Respondiendo a un nuevo decreto de la Generalitat de ampliación del radio de restricciones debido a la Peste Porcina Africana (PPA), el Ayuntamiento de Terrassa ha decidido cerrar este viernes en conjunto su entorno natural, incluyendo los accesos al Parque Natural de Sant Llorenç hasta el 14 de diciembre. De este modo, la prohibición de todas las actividades en el Anillo Verde que se puso en marcha el sábado pasado se extiende ahora a todo el entorno de la ciudad. Además, se solicita extremar las precauciones en una decena de parques urbanos cercanos al Anillo Verde, evitando abandonar restos de comida que puedan ser ingeridos por los jabalíes. Por otro lado, se ofrecen cuatro espacios públicos dentro del municipio como alternativa para buscar el Tió de Navidad en lugar de ir al bosque.
En el decreto del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, se especifica que «el Gobierno ha ampliado las medidas de contención de la peste porcina africana», que a partir de ahora se aplican a los 91 municipios que forman parte de la zona infectada (12 en la zona de alto riesgo y 79 en la zona de bajo riesgo) y, en todas estas zonas, «se prohíbe acceder o realizar cualquier actividad de ocio en el entorno natural». La prohibición se mantiene en la zona de bajo riesgo hasta el 14 de diciembre y solo se permite como excepción el acceso a viviendas, por un lado, y la restauración e instalaciones deportivas o hípicas, por otro. No se permite la caza, «excepto si es para la contención de la enfermedad», ni sacar los rebaños.
Terrassa ya se encontraba en la zona de alto riesgo, en su parte sur, cerca de la sierra de Galliners, pero ahora entra completamente en el radio de contención, aunque la zona del Parque de Sant Llorenç lo haga como de bajo riesgo. En esta última zona, también se incorporan, entre otros, los municipios de Matadepera, Vacarisses, Viladecavalls, Ullastrell y Rellinars.
Una prohibición más allá del Anillo Verde
En su comunicado, el Ayuntamiento de Terrassa anuncia que «siguiendo las indicaciones de la Generalitat y en colaboración con la Diputación de Barcelona, se restringe el acceso al Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y la Sierra de l’Obac». Y se añade que, «después de que el pasado sábado se anularan todas las actividades previstas en el Anillo Verde y se ordenara el cierre del Centro de Interpretación Ambiental de Bonvilar, ahora se amplía la prohibición de acceder al entorno natural más allá» de este anillo, que rodea el municipio. En otro momento, se recuerda que «continúan clausuradas las zonas de picnic, y siguen vigentes las restricciones para realizar en el entorno natural cualquier actividad de ocio, la caza y los trabajos forestales y cualquier actividad en zona rústica por motivos de bioseguridad».
Simultáneamente, hay un refuerzo por parte de la empresa municipal de basuras. «Además de señalizar el cierre de los accesos al entorno natural, la empresa Eco-Equip continuará incrementando las tareas de limpieza y recogida en los conjuntos de contenedores situados en barrios dispersos», se explica en el comunicado, además de detallar el operativo que ya funciona desde hace seis días con «la instalación en algunos puntos de barreras físicas y químicas, así como trampas para el control de jabalíes». Además, se anulan las actividades solicitadas en el entorno natural que se habían previsto en ámbitos como la educación, los deportes o las asociaciones de barrio.
Los parques urbanos donde se pide máxima precaución
Por su parte, se hace una relación de diez parques urbanos donde se aconseja ser lo más prudente posible. «Es necesario extremar las precauciones al acceder a estos espacios, que están en contacto o cercanos al Anillo Verde, sobre todo no abandonando restos de comida y no accediendo después al entorno natural para evitar la propagación del virus en caso de que se lleve en los zapatos». Estos parques son: el bosque de Vilardell; el parque de Gernika y Frederica Montseny; el parque de la Cogullada; el parque del Roc Blanc; el parque del Torrent Mitger; el parque de las Naciones Unidas; la plaza de Can Tusell; la plaza del Mas Isarn; el parque de Ègara; y el parque del Passeig de la Muntanya.
En relación con las celebraciones de Navidad, se especifica que el «Tió de este año no se puede llevar a cabo en los bosques». Como solución, se proponen cuatro espacios para «desarrollar con cierta normalidad dentro de la ciudad» esta actividad: el parque de Vallparadís; el parque del Nord; los jardines de Salvador Allende; y el parque del Pla de la Corneta.
En cuanto a otras actividades relacionadas con los animales de compañía, se recomienda situar los comederos de gatos en puntos elevados. Y, finalmente, se prohíbe dar comida a jabalíes o abandonar restos y, en caso de encontrar uno muerto, se pide no manipularlo y llamar al 112.
En este comunicado, el Ayuntamiento también lanza un mensaje de tranquilidad: «Las autoridades recuerdan que la peste porcina africana no afecta a las personas, pero representa un riesgo grave para el sector porcino. Por ello, se pide la colaboración y precaución de toda la ciudadanía para garantizar la eficacia de las medidas adoptadas».
Esta decisión de la Generalitat y del Ayuntamiento es resultado, a su vez, del anuncio este jueves por parte de la Comisión Europea de ampliar el perímetro de la zona infectada por la PPA a un total de 91 municipios del área de Barcelona.
El trabajo de los Agentes de Defensa Forestal
En el operativo de vigilancia del Ayuntamiento de Terrassa, desde el pasado fin de semana se ha señalizado la prohibición de acceso en 65 puntos del Anillo Verde y, en los casos necesarios, estos se han limitado con vallas. Y, desde el domingo, se despliegan las 24 horas cuatro puntos de control en el Parque de la Sierra de Galliners, en Can Parellada, con la autopista C-58 por parte de la Policía Municipal y los Mossos d’Esquadra, con el apoyo de los Agentes de Defensa Forestal (ADF).
Miembros de la policía local y los agentes voluntarios ADF se relevan para efectuar esta vigilancia día y noche. Entre semana y durante el día, entre dos y tres ADF realizan tareas estáticas de vigilancia con un vehículo para que nadie entre en el Anillo Verde y, con prismáticos, controlan la aparición de algún jabalí. Fue el caso el martes pasado, tal como nos explica el presidente de los ADF de Terrassa, Toni Granados. «En el campo al lado de la avenida África, uno de nuestros compañeros detectó un cuerpo inerte, que era el de un jabalí, y se hizo el protocolo de llamar a los Agentes Rurales para que vinieran a retirar el animal», revela Granados sobre su tarea, que se limita a dar el aviso sin entrar en los parajes. Para este largo fin de semana, hasta el lunes festivo, los ADF locales ya han previsto un refuerzo con dos vehículos y tres voluntarios cada uno de ellos para cumplir jornadas seguidas.
