A licitación la construcción y explotación de la nueva planta de biometanización de Can Barba. Este lunes, día 15 de septiembre, el Consorcio para la Gestión de Residuos del Vallès Occidental ha anunciado el inicio del proceso para determinar cuál será la empresa encargada de ejecutar uno de los mayores proyectos estratégicos de la comarca en el ámbito de la sostenibilidad. El equipamiento ubicado en Terrassa debe convertirse en un referente en todo el territorio, y por ello, se prevé una inversión de cerca de 120 millones de euros, los cuales estarán financiados, en gran parte, por fondos europeos provenientes de los Next Generation.
En un comunicado del ente comarcal se expone que el contrato que sale a licitación contempla tanto la construcción de la obra como la futura explotación de la planta. El plazo de presentación de ofertas, dentro de la plataforma de Contratación Pública, finaliza el próximo 24 de octubre de 2025. El presidente del Consorcio para la Gestión de Residuos del Vallès Occidental, Rafa Güeto, asegura que “con esta actuación, el Consorcio quiere garantizar un modelo de gestión más eficiente y adaptado a los nuevos objetivos ambientales y energéticos, a la vez que se contribuye a la economía circular y a la lucha contra el cambio climático”.
Generar biogás para alimentar más de 8.000 hogares
La planta de Can Barba debe permitir «transformar los residuos orgánicos en recursos valiosos como energía renovable en forma de biogás y biometano, así como fertilizante de alta calidad para la agricultura». Por ello, desde el Consorcio consideran que es un equipamiento clave de futuro, ya que su puesta en marcha «supondrá una reducción significativa de las emisiones de CO2 y una menor dependencia de los combustibles fósiles, alineándose con los objetivos europeos de transición energética». Se calcula que con la producción de biometano que se obtendrá con la ampliación de la planta se podría suministrar gas a 8.200 hogares.
Las obras permitirán dotar a la planta de dos líneas independientes de pretratamiento y aumentar la capacidad de digestión, pasando de las 25.000 a las 60.000 toneladas anuales y pudiendo absorber la generación de residuo orgánico (FORM) de los municipios de la comarca. El pretratamiento estará constituido por dos líneas independientes que permitirán dar flexibilidad a la planta ante posibles incidencias. Y las obras también permitirán disponer de una amplia nave de descarga cerrada para la maniobra de camiones, para la descarga y carga de productos con suficiente maniobrabilidad.
Además, está previsto incorporar un sistema de tratamiento de las aguas residuales de la planta con el sistema de Ultrafiltración y Ósmosis Inversa. Y se ubicará una nueva sala de control dentro de la nave desde donde se hará el seguimiento del proceso.