Viladecavalls se suma a la ‘Revolución verde’. Lo hará con un nuevo modelo de arbolado urbano, con el objetivo de dar un paso proactivo en la lucha contra el cambio climático y en la necesaria adaptación de nuestro entorno natural a las nuevas condiciones meteorológicas. El Ayuntamiento ha presentado esta semana un nuevo Plan integral de plantación y sustitución de arbolado urbano, que está previsto que se ejecute a lo largo de este 2025, y que prevé actuaciones en varias plazas del municipio.
Este macroproyecto prevé actuar y transformar varios espacios públicos en áreas «más verdes, resilientes y preparadas». El proyecto se desarrollará en dos fases, evitando los meses más calurosos para favorecer el enraizamiento de cada una de las especies. En este sentido, se han programado intervenciones en la Plaza Nova, la Plaza Rosa dels Vents -donde ya han comenzado las actuaciones-, la Plaza del Drac, la Plaza del Roc Blanc, la Plaza de les Travesses y el Centro Médico. Desde el consistorio informan que en muchos de estos espacios el arbolado «está dañado o incluso muerto debido a la prolongada sequía que ha sufrido el Principado», y ahora se sustituirán.
Especies autóctonas y más resistentes
El proyecto se basa en un informe técnico en el que se hace una firme apuesta por el uso de especies autóctonas o bien adaptadas, ya que estas permitirán reducir la necesidad de riego y garantizar una mejor supervivencia de los ejemplares, asegurando así la sostenibilidad de las actuaciones a largo plazo. El plan incluye también la mejora del suelo, la instalación de sistemas de soporte y protección para los nuevos árboles, y la reorganización del espacio para optimizar el uso social de las plazas, con especial atención a las zonas de sombra en áreas infantiles y de actividad física, según informa el consistorio en un comunicado.
Con esta iniciativa, Viladecavalls quiere «reafirmar su compromiso con la calidad de vida urbana y la adaptación a la crisis climática. La estrategia verde del municipio integra biodiversidad, confort climático y responsabilidad ambiental». Y recuerdan que los estudios científicos demuestran que la cobertura vegetal reduce la temperatura de las ciudades de manera significativa. En el año 2022, el programa de observación satelital Copernicus midió la temperatura de la superficie del suelo en algunas partes de la Península Ibérica cuando justo comenzaba el verano. En algunas zonas, la temperatura superaba los 53ºC, de ahí la importancia de tener zonas verdes con arbolado resistente.
