MónTerrassa
La nevada de 1887 y otras de finales del siglo XIX en Terrassa

Tenemos referencias de nieve en Terrassa de hace mucho tiempo. Hoy recordamos la nevada de 1887 y otras de finales del siglo XIX, del 1885 y del 1899. Nevó el jueves 11 de febrero.

Dependiendo de los mapas, se anuncia la posibilidad de una grande encalada a cota cero la próxima semana o la del 13 y 14 de febrero. Lo cual quiere decir una nevada en las calles, plazas, avenidas, rieras y tejados de la capital del Vallès Occidental. Para afinar en la predicción habrá que esperar a ver qué nos ofrecen los nuevos mapas, porque podemos cambiar en pocas horas. Hoy por hoy, los amantes de la nieve pueden ilusionarse. Porque si nieva en Terrassa, como pasó un rato el 24 de febrero, lo hará también a la cumbre de La Mola y el monasterio benedictino, al Parque Natural de Sant Llorenç. Aquí tenéis las imágenes del espacio protegido del Vallès y del Bages. Nos lo explicó el forofo a la meteorología Loren Ramírez.

Una grande nevada a cuestas de Tenazas

La nevada y los copos de nieve del 11 de febrero

Como este año, el 1887 había sufrido un invierno con poca agua caída del cielo. El 11 de febrero aparecieron copos de nieve. Si los niños se lo pasó de lo más, varias personas grandes cayeron y resultaron heridas. Era un día de muy frío, y la situación afectó especialmente las personas con problemas crónicos. El mercado tuvo que cerrar por la nieve, y el peso de los copos hizo caer el tejado del Teatro del Retiro.

También tenemos documentada una nevada en Terrassa el miércoles 15 de enero de 1885. Las crónicas nos hablan de un palmo y medio de nieve acumulada. Y nos dicen que se llegó a una temperatura mínima de grados bajo cero. La nieve se congeló y las calles parecían pistas de hielo.

La nevada de enero de 1889

El diario Crónica Social, uno de los principales medios escritos que se han editado en la capital egarenca, comentaba el 28 de enero de 1889 la nevada del día 27. La nieve fue la responsable de la caída de palos de telefonía, y de la suspensión del servicio mientras se arreglaba. Uno se precipitó sobre el tejado del que se conocía como casa del Señor Figueras. No hay constancia de heridos, y sí de una mujer que se rompió la pierna al resbalar en la calle.

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