Han tenido que pasar dos años para que Terrassa saliera de la situación de sequía en la que se encontraba. El Diario Oficial de la Generalitat ha publicado este viernes, día 11 de abril, la resolución por la cual se pasa a situación de prealerta por sequía en el sistema Ter-Llobregat, al que pertenece la ciudad vallesana. Esta decisión supone que se levantan las restricciones y limitaciones de agua que afectaban los usos urbanos, industriales y agrícolas.
Las lluvias de las últimas semanas han hecho que los embalses de los que se abastecen los municipios del Ter-Llobregat se hayan llenado hasta superar el 64% de su capacidad, con más de 393 hectómetros cúbicos de agua, una cifra que duplica la registrada hace apenas un mes. Sau, Susqueda, La Baells, La Llosa del Cavall y Sant Ponç se encuentran a una capacidad más que aceptable, y por eso se ha rebajado la situación de alerta a prealerta.
Qué supone el levantamiento de las restricciones
¿Y qué implicará este cambio? Pues que las medidas impuestas desde la Agencia Catalana del Agua (ACA) pasan de ser restricciones extraordinarias a medidas preparatorias, es decir, focalizadas solo en hacer un seguimiento del estado de las reservas y de las captaciones subterráneas, y en comprobar el buen funcionamiento de las instalaciones de reutilización de agua. También centradas en comprobar la actualización de los planes de emergencia de los entes locales y en promover acciones informativas para favorecer el ahorro.
En un comunicado, el Ayuntamiento de Terrassa indica que a partir de ahora se podrá regar jardines y zonas verdes sin cumplir una franja horaria determinada. También se pondrán en funcionamiento las fuentes ornamentales, que hasta ahora estaban vacías. No habrá tampoco restricciones en la limpieza de calles o fachadas. Para los particulares, supondrá poder llenar las piscinas -las públicas también, evidentemente- y limpiar los coches con el sistema que más guste, sin tener que ir a establecimientos especializados. También se eliminan las restricciones para usos industriales y la limitación de 250 litros por persona y día para abastecer la ciudad.
Desde el Consistorio afirman que en el mes de mayo se convocará el Comité Municipal de Sequía para hacer el balance definitivo de cómo ha afectado este largo episodio de sequía en Terrassa. Con una disminución del consumo en 1.500 millones de litros en dos años, se ha aprovechado para hacer inversiones en mejoras en la red de abastecimiento, reducir las fugas, reestructurar la tarifa del agua, apostar por agua no potable para el riego urbano y limpieza o para tener un mayor control de las infracciones y sanciones. En estos momentos, el gobierno municipal informa que se está terminando de revisar el Reglamento del servicio público de abastecimiento domiciliario y ahorro de agua, para tener un marco legal en relación al ahorro y las prohibiciones en situaciones de sequía.

