¿Ha llovido mucho este otoño? ¿O poco? ¿Ha hecho frío? ¿Las temperaturas han sido acordes con la época del año? Si preguntamos a la ciudadanía, seguramente responderán que ha sido un otoño cálido y que, tras una sequía endémica, sí ha llovido. Ahora podemos acercarnos a la realidad con el informe que se ha hecho público del Servei Meteorològic de Catalunya. En Terrassa, se ha activado el plan municipal de emergencia por precipitaciones intensas y se han emitido varios avisos de peligro por intensidad. La Dana dejó el doble de emisiones eléctricas que una tormenta fuerte. La gota fría dejó Terrassa cerrada y bloqueada.
El paso de la Dana alteró el 4 de noviembre la vida de la ciudadanía. El Servei Meteorològic de Catalunya (SMC) emitió un Aviso de Peligro por Tiempo Violento, con granizo de diámetro superior a los 2 centímetros, rachas de viento de 25 metros por segundo y posibilidad de reventones y/o tornados o mangas. Al final, se registraron entre 37 y 50 litros de agua por metro cuadrado, dependiendo del barrio. El servicio de trenes de Rodalies de Catalunya se suspendió. Las líneas suspendidas atravesaban comarcas con alertas rojas por tiempo violento activas por parte del Servei Meteorològic de Catalunya. El mensaje llegó en diferentes tandas a ciudadanos y ciudadanas de Terrassa, Castellbisbal, Viladecavalls, Ullastrell, Vacarisses, Rellinars y Matadepera. Una alerta sonora y un mensaje de peligro y recomendaciones. Protección Civil de la Generalitat pidió dejar a los niños en las escuelas mientras estuviera activada la situación de riesgo, dado que son lugares seguros. Además, se recomendó a los trabajadores permanecer en las empresas. Algunos comercios de Terrassa bajaron las persianas unas horas. Y también se suspendió la actividad académica en la UB, la UAB, la UPF y la UPC. Los centros recomendaban a las personas que ya habían llegado que no se desplazaran hasta que pasara la alerta. El día 11 se alertó de una segunda Dana.
Un septiembre frío
El otoño comenzó con un septiembre frío, pero el carácter cálido volvió a ser predominante durante la segunda mitad de octubre. El último mes de la estación se ha convertido en uno de los noviembres más cálidos registrados en Cataluña. En septiembre, el paso de perturbaciones a menudo iba acompañado de aire relativamente frío para la época del año, convirtiéndose en el conjunto del país en el septiembre más fresco desde el año 2017. En sectores de la meseta Central y Pirineo occidental hay que retroceder hasta 1996 para encontrar uno más frío.
Después de dos octubres excepcionalmente cálidos (2022 y 2023), el de este año ha vuelto a ser cálido. En noviembre, la masa de aire templada del Mediterráneo fue predominante durante la primera quincena del mes y hizo que la temperatura media se mantuviera elevada, especialmente la mínima, que fue la más alta para un mes de noviembre en 9 de las 117 estaciones de la XEMA con más de 20 años de datos.
En sectores de la Cataluña Central y del Prepirineo ha sido el noviembre más cálido, y en el conjunto del territorio ha sido uno de los que más junto con los de 2023, 2022, 2011 o 2006.
Y la lluvia
El otoño de este año ha sido lluvioso o muy lluvioso en más del 75% de la superficie de Cataluña. En áreas del tercio sur del país, Terres de l’Ebre, litoral Sur y puntos de la depresión Central la estación ha resultado muy lluviosa, pero en cambio en el cuadrante noreste el otoño ha sido seco e incluso muy seco en puntos del Empordà.
El primer episodio de lluvia general tuvo lugar del 3 al 4 de septiembre con acumulaciones de 20 a 50 mm, si bien en el Alt Empordà la lluvia fue inferior a 5 mm. La jornada del día 4 fue la más lluviosa de los últimos 5 años en sectores de Ponent y entre los dos días destacan los 87,5 mm en la Granadella (les Garrigues), los 76,4 mm en Cervera (la Segarra) y los 75,8 mm en la Palma d’Ebre (la Ribera d’Ebre).
Del 6 al 8 de septiembre episodio de tormentas que localmente fueron fuertes en el litoral y prelitoral con acumulaciones abundantes por encima de los 80 mm. Entre el 17 y el 24 de septiembre la lluvia fue frecuente, pero de distribución irregular.
Un tornado en el Parque Natural
Entre el 15 y el 18 de octubre una perturbación dejó superaciones de 50 mm en la vertiente sur del Pirineo y en el macizo del Port. El 17 de octubre la precipitación estuvo acompañada de fenómenos de tiempo violento como el tornado que afectó una zona forestal dentro de los límites del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, en el término municipal de Mura (el Bages).
La situación de lluvia abundante iniciada a finales de octubre se extendió hasta el 8 de noviembre, convirtiéndose en las dos semanas de lluvia más abundantes desde enero de 2020 en Cataluña. La lluvia a menudo estuvo acompañada de actividad eléctrica y chubascos de elevada intensidad, entre los que destacan los aguaceros del centro y sur del litoral entre los días 1 y 4 de noviembre: casi 100 mm en puntos del Garraf el día 3, más de 100 mm en puntos del Camp de Tarragona la noche del 3 al 4, y más de 100 mm en el delta del Llobregat el día 4, donde destacan los 131,1 mm de Viladecans (el Baix Llobregat), de los cuales 42,6 mm en solo 30 minutos.
Las tormentas estuvieron acompañadas de fenómenos de tiempo violento y la madrugada del 4 de noviembre un tornado provocó daños en el Pont d’Armentera (l’Alt Camp).
Entre los días 5 y 6 se produjeron tormentas en el noreste e interior. En puntos de la Cataluña Central y del prelitoral se superaron los 50 mm.

