MónTerrassa
El nuevo espacio expositivo de La Mola hace olvidar el restaurante

Esta semana, la Diputación de Barcelona anunciaba la inauguración del nuevo espacio rehabilitado en la cima de La Mola, en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. Después de casi dos años del cierre del restaurante, que ocasionó bastante revuelo entre detractores y partidarios, ahora se inicia definitivamente la nueva etapa.

La Sala Mirador, como se llama ahora este espacio en el interior del monasterio, ofrece no solo unas vistas impresionantes de la llanura vallesana y, en los días más despejados, incluso de la isla de Mallorca, sino también una oportunidad para conocer un poco mejor la historia, su evolución y cómo se gestiona este gran pulmón verde que tenemos en el Vallès Occidental y que es la envidia de muchos. Porque, una vez pasada la pequeña recepción, entramos en tres espacios donde se puede apreciar una exposición que, aunque ya existía, se encontraba oculta en otra zona del recinto. Ahora, se encuentra bien visible y luce de manera agradable para los excursionistas que alcanzan la cima.

El nuevo espacio expositivo de La Mola se ha inaugurado esta semana y este domingo se ha llenado de visitantes | Salvador Cot

El anuncio de la inauguración del nuevo espacio rehabilitado ha resultado ser un efecto llamada -quizás no muy deseado para los gestores del Parque, que buscan precisamente evitar la masificación- para cientos de personas, que este fin de semana, aprovechando el buen tiempo, se han calzado las botas de montaña o zapatillas deportivas para subir hasta los casi 1.100 metros de altitud. Una buena excusa para salir a hacer deporte y para curiosear cómo ha quedado el lugar donde antes servían butifarras con judías.

Sin embargo, parece que muy pocos echan de menos el establecimiento. O, al menos, así lo han hecho saber a los medios de comunicación -entre ellos MónTerrassa o TV3– que también se han apuntado a la inauguración y se han acercado este domingo al Parque Natural. La opinión mayoritaria es que el monasterio ha ganado en vida y luminosidad, también en sostenibilidad. El cambio ha sido bien aceptado y comprendido, especialmente por aquellos que son excursionistas habituales y que están acostumbrados a llevarse el avituallamiento necesario cuando salen a caminar.

El nuevo espacio expositivo de La Mola se ha inaugurado esta semana y este domingo se ha llenado de visitantes | Salvador Cot

Electricidad y lavabos para los visitantes

Uno de los aspectos en los que la Diputación ha puesto más énfasis en la reapertura del recinto es que se ha hecho una clara apuesta por reducir al máximo el impacto ambiental. Por eso, ha desaparecido el generador que utilizaba el restaurante, fuente de contaminación acústica. La falta de electricidad del lugar se suple con unas placas fotovoltaicas instaladas en el techo de la torre del monasterio, que intentan preservar el carácter histórico del monumento.

También se ha pensado en la otra necesidad básica -además de comer- que cubría el establecimiento. Desde hace ya unos meses, existen unos lavabos secos que son limpiados y evacuados de forma regular. Está previsto que en el primer trimestre del año próximo, este servicio pase a ubicarse en el espacio que ocupaba la antigua cocina.

El nuevo espacio expositivo de La Mola se ha inaugurado esta semana y este domingo se ha llenado de visitantes | Salvador Cot

Los gestores del Parque Natural han asegurado que “no hemos hecho una reforma para que la gente dejara de venir”, uno de los argumentos que esgrimían los contrarios a la desaparición del restaurante. Aunque lo cierto es que desde que no se le prorrogó en enero de 2024 la licencia al restaurante, se constata un 21% menos de visitantes en La Mola.

Para aquellos que quieran disfrutar de la exposición y de un agradable espacio que será muy apreciado para refugiarse en caso de lluvia o fuerte viento, se recuerda que solo permanece abierto desde las diez de la mañana -las nueve de la mañana en según qué épocas del año- hasta las dos de la tarde (14h). Mientras que la iglesia románica, lugar de refugio y retiro de tranquilidad, tiene un horario más amplio, extendiéndose hasta las cuatro de la tarde (16h), momento en el que el personal de vigilancia y control desciende hacia Can Poble.

El nuevo espacio expositivo de La Mola se ha inaugurado esta semana y este domingo se ha llenado de visitantes | Salvador Cot
El nuevo espacio expositivo de La Mola se ha inaugurado esta semana y este domingo se ha llenado de visitantes | Salvador Cot

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