El plan de futuro y sostenibilidad de La Mola se hará en seis fases, según el projecto que ha presentado la Diputación esta semana. Con el cierre del histórico restaurante ubicado en la cumbre del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l’Obac, dentro de un antiguo monestit benedictino, empieza una nueva etapa. Donde lo que se priorizará será la educación ambiental y se potenciarán los valores patrimoniales naturales y arquitectónicos.
Sobre la afluencia de visitantes a La Mola, los informes de la Diputación de Barcelona, además, indican que con el cierre del restaurante se reducirá significativamente el número de visitantes. Acabar con la masificación es uno de los grandes retos, para evitar un proceso de degradación del espacio más conocido y emblemático. Se reformularán los aparcamientos y no se descartan los buses lanzadora, como en otros espacios protegidos del país.
El diputado de Espacios Naturales e infraestructura Verde, Xesco Gomar, ha recordado que el alta afluencia de visitantes a La Mola, 200.000 anuales (23.000 han hecho una comida al restaurante) durante el último año -de septiembre a septiembre-, también obliga a buscar fórmulas para evitar el colapso del espacio agraviado desprendido de la pandemia de la Covid-19.
Se reforzará el personal de información para explicar a los visitantes todos los rincones de interés
El alcalde de Matadepera, Guillem Montagut, ha explicado que se reforzará el personal de información para explicar a los visitantes todos los rincones de interés del parque por no sobrecargar la subida a la cumbre por el camino de los Monjos, la vía principal de acceso, donde confluyen, en el tramo más elevado, los excursionistas que salen de Can Robert/Can Poba y de los Depósitos.
Para llegar al monasterio se puede ir por tres vías principales: camino de los Monjos (3,2 km con un desnivel de 400 metros); camino de Can Robert/Can Pobla (2,7 kilómetros con un desnivel de 275 metros); y desde el Coll d’Estenalles (6 kilómetros y algo más con un desnivel acumulado de 420 metros). No se puede acceder con vehículo motorizado. Desde hace años, ya no se ven tampoco las motos de trial, actividad prohibida.
“Tenemos dos ciudades de más de 200.000 habitantes a tocar y el Parque Natural de Sant Llorenç del Montón y el Obac empieza a tener la misma presión que Collserola”, ha apuntado el alcalde.
Las seis fases para tener una nueva Mole
La primera fase empezará este mes de enero e incluye hacer los estudios necesarios. La última, prevista para septiembre de 2026, es el inicio de la construcción de un sistema de energía renovable, la captación de agua de boca y su tratamiento y un sistema de depuración de residuos. También se prevé mejorar el en torno a la cumbre, los caminos y los sistemas de transporte. Según los plazos marcados por la Diputación, todas estas actuaciones tendrían que estar terminadas a principios de 2027.
El que no incluye el plan, a pesar de que es un documento “vivo” que puede incorporar modificaciones, es la apertura de un nuevo restaurante. Xesco Gomar ha recordado que en el Parque Natural de Sant Llorenç hay unos setenta restaurantes que pueden satisfacer sobradament la demanda de los visitantes.





