MónTerrassa
80 toneladas de mercancías y residuos cada año en La Mola

El diputado de Espacios Naturales e infraestructura Verde de la Diputación de Barcelona, Xesco Gomar, ha explicado que en la última renovación de la concesión del restaurante de La Mola, en 2018 -que no era prorrogable- ya se detectaron “indicios de colapso” en el entorno del monasterio y de “degradación” del edificio. Este fin de semana se cierra una página de la historia de la cumbre más alta del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac. El restaurante dice adiós después de casi 60 años. Era el espacio más conocido en todo el mundo, y por eso siempre se podían trobatr extranjeros que iban a hacer una comida. Un restaurante que era un polo de atracción por ser el único donde solo se podía llegar andando y donde todo el material se transportaba en mulas.

Gomar ha recordado que el restaurante de La Mola servía 23.000 comidas anuales, lo que se traducía en un volumen de transporte de mercancías y generación de residuos superior a las 80 toneladas que estaba teniendo unas consecuencias “muy evidentes” en el entorno y que obligaba a hacer “una parada técnica”. “En este espacio el peso de la restauración se había impuesto por encima de la educación ambiental y la preservación del patrimonio, que tendrían que ser prioritarios”, ha remachado.

Plano de futuro de la cumbre de la Mola, situada dentro del término municipal de Matadepera

El responsable del ente, y el alcalde de Matadepera, Guillem Montagut, han presentado el plan de futuro de la cumbre de la Mola, situada dentro del término municipal de Matadepera (Vallès Occidental). El documento recoge un conjunto de actuaciones para conservar los valores naturales, históricos y culturales de este lugar tan emblemático, a la vez que pretende compatibilizar la actividad turística, deportiva y económica del territorio.

“Se trata de un documento vivo, que quiere hacer frente a los importantes retos ambientales que nos obliga la situación de cambio climático que estamos sufriendo. Con este plan pasamos de un modelo de gestión antiguo a un de nuevo donde trabajamos hacia la reorientación de la cumbre para preservar el entorno natural y el conjunto monumental”, ha señalado Xesco Gomar.

Las acciones se orientan a mejorar el estado de conservación del espacio, donde se sitúa el monasterio de Sant Llorenç del Munt, del siglo XI, catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y adquirido por la Diputación de Barcelona en 1983.

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