MónTerrassa
Los vecinos de Ca n’Anglada rechazamos el discurso de odio de la extrema derecha

Recientemente, el partido de extrema derecha con presencia en la ciudad, anunciaba la convocatoria de una movilización en Terrassa, en la Avenida Barcelona, contra la supuesta “islamización” de la ciudad. La convocatoria venía precedida por semanas de declaraciones de los principales dirigentes estatales, nacionales y locales de esta organización reaccionaria, creando el caldo de cultivo para generar crispación en medio de la celebración por parte de la comunidad musulmana de la festividad del Ramadán.

Así, el dirigente estatal, asociaba en un tuit la inmigración con calles llenas de “robos, violaciones y machetazos”; el dirigente catalán afirmaba que Cataluña se está convirtiendo “en Argelia o Marruecos” porque cada vez hay más “menús halal” y la dirigente local provocaba en Ca n’Anglada con una camiseta que llevaba escrito el lema “más muros y menos moros”.

Las declaraciones altisonantes de los dirigentes de Vox intentando asociar la inmigración con la criminalidad son infundadas y buscan atrapar a los trabajadores y las trabajadoras en enfrentamientos para sacar rédito político y distraernos de la organización para construir un tejido asociativo unitario en los barrios que busque erradicar realmente las causas materiales de nuestros problemas.

Estas declaraciones, además de interesadas, son infundadas. Terrassa, que cuenta con una numerosa comunidad marroquí (alrededor del 10% de la población de la ciudad), es la 47ª ciudad sobre un total de 67 con una población superior a 20.000 si miramos los registros de criminalidad, con solo 22 delitos por cada 1000 habitantes. En el último año, la criminalidad ha aumentado un 4,3 %, cifra nimia si la comparamos con muchas otras ciudades catalanas.

La demagogia de este partido no tiene límites. Recientemente, por el 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, lanzaban una campaña asociando la inmigración marroquí con un futuro de opresión de las mujeres en Cataluña. Mientras atacan a la comunidad marroquí bajo pretendidos argumentos laicos, el partido es apoyado por organizaciones ultrarreligiosas católicas como Hazte Oir.

La realidad es que en nuestro barrio de Ca n’Anglada conviven vecinos y vecinas de muchas nacionalidades sin conflicto, parte importante de los vecinos son trabajadores marroquíes, a los que los organizadores de la manifestación del 22 de marzo querían convertir en objetivo de las protestas cuando llegara a la mezquita de la Plaza de Cataluña. Problemas como la falta de infraestructuras, de oportunidades laborales, desempleo o criminalidad que podemos encontrar en el barrio, no tienen que ver con el color de la piel de sus habitantes sino con la realidad laboral y social del país, cada vez más precaria, que genera bolsas de pobreza en los barrios obreros.

En nuestro barrio, trabajamos conjuntamente para afrontar estos problemas y es por eso que, desde la Asociación de Vecinos de Ca n’Anglada, y con el apoyo de la Federación de Asociaciones vecinales de Terrassa (FAVT), rechazamos frontalmente el discurso de odio de la extrema derecha que quiere enfrentar a los vecinos y las vecinas trabajadoras de Ca n’Anglada, así como en otros barrios de Terrassa, intentando distinguirlos por la ropa que llevan o el idioma que hablan.

El Departamento de Interior ha considerado modificar el recorrido de la manifestación convirtiéndola en una concentración frente al Ayuntamiento. Pero nosotros lo tenemos claro: igual que en Ca n’Anglada, la ultraderecha no es bienvenida en ningún sitio. ¡Fuera el fascismo de nuestros barrios!

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