Se acerca el entrañable y joiosa fiesta de Sant Llorenç, el próximo día 10 de agosto. A pesar del calor típico de la época, me complace mucho -año tras año- hacer esta celebración. Como egarense convencido y practicante, es una tradición donde siempre intento estar. No es la primera vez que le dedico alguno de mis artículos. Este año, con más motivo. Hay una razón de peso que todavía la magnifica más: Este próximo primero de agosto, se procede al 75º cumpleaños del traslado de la campana del monasterio. A continuación, de una manera resumida y clara, intento situar la historia.

El año 1902, la familia de Josep de Quadras compró una extensa finca que va de Can Pobla hasta los Caus quemados. Lo hizo junto con el resto de la montaña, el Canal de Santa Agnès y Els Óbits. Esta otra parte -con el histórico monasterio benedictino de la cumbre de Sant Llorenç del Munt- fue transferida a la Diputació de Barcelona, a principios de la década de los 80.

La Mola es el punto más alto y emblemático de todo el macizo. Cómo todos sabemos, se encuentra en el norte de la ciudad de Terrassa, entre las comarcas del Vallès Occidental y del Bages. Pertenece a la llamada Cordillera prelitoral catalana. Otra cumbre importante y muy próximo es el Montcau y los monolitos de La Castellassa de Can Torres y del Cavall Bernat. Por cierto, el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac fue el primer parque declarado en todo el estado español. Justamente, el año pasado se conmemoró el cincuentenario de su creación: 2.655 hectáreas de un espacio natural totalmente incomparable, protegidas mediante la legislación urbanística vigente.

Este próximo primer dagosto, sprocede el 75.º cumpleaños del traslado de la campana del monasterio | Cedida

Dos campanas con mucha historia

En este punto, quiero entroncar el recuerdo de la antigua empresa de «Transportes Casas», con sede en la calle Cervantes -cerca de la estación del Norte- con mi pertenencia a la Escolanía de La Sagrada Familia, dirigida por el maestro Josep Freixas i Vivó (q.e.p.d.). En uno de sus camiones, recorríamos buena parte de la villa -en las fiestas de Pascua- yendo a cantar caramelles. Josep Casas (hijo de Ignasi Casas y la Montserrat Burjons) me ha explicado cómo sus padres veraneaban a Can Pobla dónde, por cierto, hace pocos meses se ha abierto un restaurante. Conserva fotografías del hecho que estoy comentando, alguna de las cuales se adjuntan en esta crónica.

No hablaremos, pero, de una sola campana, sino de un par. La más pequeña se quedó abajo, en el patio de la casa de Can Pobla. Las dos habían sido encargadas por la familia Quadras. Lo que quizás muchos ciudadanos ignoran es que la empresa se había fundado el año 1830 y que, popularmente, se la conocía como «Cal Peret de la Manela»). Una curiosidad como otra!

Y en cuanto a la grande, para goce inmenso y agradecido de los Quadras, Ignasi se comprometió a subirla al antiguo monasterio, aquel primer día del mes de agosto. Sobre todo, pensando en dar vivacidad a la fiesta del Santo, el día 10. Se ayudó de un carro, tensado por un caballo valiente, que llevó a cabo una tarea encomiable. Por cierto, se bautizó con los nombres de Agnès, Antònia y Pilar.

Programa de la Fiesta de Sant Llorenç, de 1948 | Cedida

Una vez instalada, se organizó una gran fiesta durante dos días (lunes-9 y martes-10). A la misa del santo, celebrada por el Reverendo Padre Ricard Penina, cantaron el tenor Emili Vendrell y la cantatriz Esperança Mosteiro. Al acabar, como se hace año tras año, se cantaron los Goigs del Sant Patró, cercando el monasterio y el Virolai, mirando a Montserrat.

Aquella misma tarde, los dos cantores referidos ofrecieron un concierto de bastante nivel. Por cierto, la casualidad quiso que la fecha de fallecimiento de Emili fuera el mismo primero de agosto, 14 años después. En cuanto a Esperanza, era una gran cantante de ópera egarense, nacida el 18 de noviembre de 1911. Vio frustrada, pero, su vocación al estallar la Guerra Civil.

Fidel a una vieja costumbre, me apetece cerrar este trabajo no ya con un adagio, sino con un dicho de Stefan Zweig. Un famoso escritor austríaco del siglo pasado, fuertemente comprometido en la lucha contra el régimen nazi: «la tradición es una muralla de piedra hecha de pasados, que ciñe al presente». He elegido este autor precisamente de acuerdo con la deriva ultraderechista que están tomando muchos de los gobiernos de nuestro entorno político. En todo caso, antes de acabar, hago un llamamiento -nuevamente- hacia la defensa de conceptos innegociables como la cultura, las tradiciones, las libertades y la riqueza de las lenguas. Si nos lo dejamos arrebatar, corremos el peligro de caer por el pedregal.

A la vez, me congratulo de esparcir esta buena noticia entre todos los amantes de la natura por estos verales. Sant Llorenç del Munt es un patrimonio de todos los terrasenses que hay que defender y transmitir de generación en generación.

Por muchos años!

Programa de la Fiesta de Sant Llorenç, de 1948 | Cedida

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