Eran las seis y cuarto de la tarde de este miércoles 27 de noviembre. Ya era oscuro, negra noche, a esta hora cuando el otoño comienza a despedirse. Un ruido fuerte se escuchaba incluso desde dentro de los pisos cerrados. Y muchos vecinos asomaron la cabeza por las ventanas y salieron a los balcones para ver de qué se trataba. La luz que emitía era potente, y algunos se preguntaron si podría ser un ovni. El aparato permaneció mucho tiempo sin moverse, y a baja altura, donde se tocan los barrios de La Maurina y de Ca n’Aurell, por la parte norte de las avenidas de Àngel Sallent y de Maria Mazzarello. Pero lo que fuera se podía ver desde varios barrios de la capital egarense. También se especuló que algún aprendiz de piloto estuviera haciendo pruebas, lo cual no hubiera sido extraño.
Vigilancia de las vías del tren
Según ha podido saber Món Terrassa, se trataba de un helicóptero de los Mossos d’Esquadra que realizaba una vigilancia de las vías del Tren del Norte, de la Renfe, en la zona donde pasa por encima del desvío de la Riera del Palau. La tarea se realiza de manera habitual para luchar contra los robos de cobre, que en los últimos meses se han convertido en una lacra y que afectan la circulación, a veces obligando a detenerla. Una incidencia más que se suma a los problemas ya endémicos de la R4 de Rodalies. Hoy se han visto personas sospechosas al lado de la vía del tren, y por esa razón se quedó estático, para sorpresa de la población. Lo que aparentaba ser un robo de cobre era en realidad un asunto relacionado con el tráfico de drogas. Los Mossos han identificado a algunas de las personas y han realizado detenciones por atentar contra la salud pública.