En 1897, la Mina, La Cámara y el Instituto Industrial firmaron un acuerdo por la construcción de un pantano que garantizara el suministro de agua en la ciudad y ayudara al proceso de industrialización de la ciudad. Las obras fueron inauguradas en 1902 y el nuevo pantano denominado de la Xuriguera tenía un muro con una anchura de 40 metros en la base y 5 en la parte superior, con 119 m de longitud y 42 de altura máxima, y con un volumen de 1 millón de metros cúbicos. Durante febrero del1944 unas fuertes lluvias afectaron la región.
El pantano era lleno a rebosar, cuando la noche del 24 de febrero se partió el muro. Más de un millón de m³ se escaparon por la riera de Gayà causando gran cantidad de años materiales y siete muertos (en este enlace encontraréis sus nombres y sabréis de qué familia eran). Las causas del derrumbamiento fueron defectos en las obras de fundamentación, mala calidad de los materiales empleados y deficiencias en el sistema de rebosadura. La pérdida del pantano habría supuesto un grave problema para la ciudad, si el año anterior no hubiera sido inaugurada la instalación que alcanzaba Terrassa de agua del Llobregat.
Este año hace justo 77 años del luctuoso derrumbamiento del Pantano de la Xuriguera, conocido popularmente como el “lago” o “lago grande”, inaugurado en 1902. Hemos recuperado un artículo del año 2014 publicado en el blog Records de Terrassa donde se muestran imágenes inéditas.
Fotos de Lluís Rius
Queremos mostrar tres imágenes inéditas del antiguo Pantano de la Xuriguera que nunca se han publicado en nuestra ciudad. Estuvieron hechas por mi padre (Lluís Rius Rovira, en 1942) en una de las visitas que hizo cuando todavía se podía ir a pasar un día de recreo.
Mi madre, que tiene 90 años, me explica que el “lago” era un lugar muy concurrido por la gente de Terrassa que iba a merendar o a pasar el día pues incluso se alquilaban barcas o se podía practicar la pesca además de bañarse. Según ella un coche pasaba fácilmente por la carretera que había a la parte superior del muro. También me ha explicado que el alquiler de las dos barcas que había iba a cargo del mismo vigilante del pantano.
En medio de la construcción había una torre de 45 metros de altura que servía para captar las aguas y mediante unas canalizaciones se hacía llegar el capital necesario a una caseta de distribución de las aguas situada a la parte inferior del muro del pantano (en esta caseta murió la mujer del vigilante el día del derrumbamiento) y que garantizaba un suministros de 1.300 metros cúbicos en el día (unas 1.000 plumas de agua el año), con el objetivo de alcanzar las necesidades de una ciudad le faltaba agua para dar el servicio que necesitaban las empresas que había en la ciudad. Según explica el Baltasar Ragón en su libro Terrassa historiales y efemérides, la idea de construir un muro de contención de las aguas al torrente de la Xuriguera fue del propietario de la antigua fábrica Busquets.
Las obras de construcción fueron a cargo del arquitecto Joan Baptista Feu y se alargaron en un periodo de 3 años puesto que se trataba de una construcción muy grande por aquella época. Dos años desprendido de su construcción ya se tuvo que vaciar para repasar las paredes interiores del pantano con cemento Portland dones había filtraciones, como podemos comprobar con un curioso artículo (ver captura) publicado el 30 de junio del 1904 y en que se comenta que el pantano era todo un modelo por aquella época. El arquitecto Lluís Muncunill fue uno de los primeros que detectó deficiencias en su construcción y a pesar de advertir del peligro no se hizo rezo para arreglarlo. El final ya es de todos conocidos pues se va derrumba la noche del 23 al 24 de febrero del 1944 por culpa de uno de los fuertes teme,porales que nuestra ciudad ha sufrido a lo largo de los años. Se calcula que más de un millón de metros cúbicos (su capacidad máxima era de 1.500.000 metros cúbicos) se derramaron por la riera de Nesga provocando graves destrozos y el que es más de lamentar, 8 muertos (5 vecinos de Viladecavalls).
Se bono de indicar que el pantano no se volvió a reconstruir porque tal como se publicó a la Vanguardia (el 26 de febrero de 1944), “debido a la sequía que la zona ya sufría en los últimos años, el caudal del pantano y de las minas de donde se extraía el agua por Terrassa no era suficiente para alcanzar el crecimiento de la industria y el aumento de la población”.
Tal y como ya indicamos en el anterior recuerdo, hacía un año que Terrassa ya disfrutaba del suministro de las agua procedentes del Llobregat y esto aseguraba plenamente las necesidades de agua de la ciudad y su industria.
Si alguien tiene la intención de hacer una visita al lugar donde había esta pantano hace falta que vaya poco antes del kilómetro 4 de la carretera de Rellinars y busque, en el margen izquierda, el camino antiguo de acceso al pantano y desprendido de poco menos de 100 metros llegará a los restos del muro de contención que todavía son visibles. Observáis un grupo de eucalipto que forman parte de la vegetación que se plantó originariamente y que encara han sobrevivido el paso de los años (podéis observar en la primera foto que son los mismos árboles que se pueden ver).
Os dejo un recorte de la Vanguardia con imágenes del derrumbamiento.