Floristas de Terrassa prevén aumentar las ventas de rosas por la fiesta de Sant Jordi de este año en comparación en los años anteriores. El hecho que caiga entre semana juega a favor, puesto que «es un día mucho más interactivo que un fin de semana», explica Carles Clapés, presidente de la Unión de Floristas de Terrassa. Según expone, se prevé vender una rosa por cada habitante, aproximadamente. Unas siete millones al conjunto de Cataluña y unas 225.000 en Terrassa.
Después de dos años de Sant Jordi en fin de semana, este año se celebrará en martes, y por eso se espera que los terrassencs no salgan tanto de la ciudad y esto se traduzca en ventas para los floristas locales. «Se trabaja y hay escuelas por la calle, hay más movimiento, por muy extraño que parezca», argumenta Clapés.

Un Sant Jordi con menos rosas locales
El presidente también destaca los problemas materiales actuales. Cada vez hay menos rosas locales y más que proceden de América del Sur, Holanda y algunos países africanos como Kènia o Suráfrica. De hecho, Mercabarna-flor ya ha advertido que será el último Sant Jordi con producto local.
Pero esto no se traduce en una subida de precio de las rosas, sino que continuará siendo el mismo que los otros años. Clapés explica que las rosas se mantendrán entre 4 y 15 euros, dependiendo de la calidad y la presentación de la rosa. En este último caso hay que tener en cuenta que «no solo es la rosa, sino también el envoltorio, los verdes introducidos, o las estructuras».
La rosa roja es el producto estrella, pero cada vez se van introduciendo otros tipos y colores, como el amarillo, el blanco, naranjas, negras, cornadas con cera o azulgranas.
