Endesa ha finalizado recientemente los trabajos de reforma y mejora tecnológica de la red eléctrica de baja tensión de la calle de Viladecavalls de Terrassa. La actuación no solo tenía el objetivo de integrarlas mejor en el entorno urbano, sino también incrementar la calidad y la continuidad del servicio a los clientes de esta zona. Las obras suponen una inversión de 9.000 euros, aportados íntegramente por la compañía eléctrica.
Las obras se han llevado a cabo en ambos lados de la calle, concretamente, en los números pares, del 4 al 24, y en los impares, del 3 al 23. Así, se ha retirado toda la red aérea convencional que hacía zigzag por la vía (más de cien metros), las diez escalerillas de soporte que había en las paredes y un poste de madera en medio de la acera. Todas estas acometidas se han sustituido por 140 metros de cables de última generación grapados a las fachadas de los edificios, de manera que se reduce su impacto visual y se gana en estética y, sobre todo, en seguridad. Además, también se han instalado cinco metros de cable subterráneo de baja tensión para reforzar la nueva red.
El nuevo cableado, que ha sido reforzado tecnológicamente, tiene más sección que el que había hasta ahora, de manera que puede llevar más energía que el de antes. «Esta medida permite no solo aligerar las infraestructuras existentes sino que se puede dar respuesta a picos de consumo -tanto en verano como en invierno, atender el crecimiento vegetativo de la población o satisfacer nuevos suministros que pueda haber en un futuro», destacan desde Endesa.
Con este tipo de intervenciones, la compañía trabaja con un triple objetivo: absorber picos de demanda concretos, el consumo de nuevos clientes que lo soliciten y reforzar el incremento de demanda que pueda producirse en el futuro como consecuencia de la electrificación de la economía, es decir, el aumento del uso de la electricidad producida a partir de energías renovables con el fin de reducir el uso de tecnologías que emiten CO2.
