Comienzan las obras para rehabilitar la Masía de Can Marcet de Terrassa. Desde hace unos días ya se observa movimiento en este edificio ubicado en el barrio de Can Boada del Pi. Se encontraba en muy mal estado y era necesario realizar obras con el objetivo de «consolidar y asegurar su estructura». La ermita está protegida como patrimonio de la ciudad y es de propiedad privada, pero con el paso de los años había quedado abandonada y en estado de degradación.
Hace casi cuatro años, desde el Ayuntamiento de Terrassa, aprovechando que se había concedido la licencia de obras para la reforma y adecuación de la masía de Can Boada del Pi, en la avenida de Can Boada, número 14, justo al lado de la masía Can Marcet, se volvió a presionar a los propietarios del edificio para que se llevara a cabo una rehabilitación «urgente» y se impusieron nuevas multas por incumplimiento.
Multas y presiones a los propietarios durante años
En diciembre de 2020, la propiedad presentó una solicitud de licencia y el proyecto correspondiente. Desde el servicio de Territorio y Sostenibilidad, se revisó técnicamente y se detectaron “deficiencias”. Por este motivo, se pidió a los promotores que procedieran a su corrección, como requisito “imprescindible” para la concesión de la licencia. Esto fue a principios de este año 2021. La buena noticia era que sí se mantenía la “comunicación» abierta con el equipo técnico de la propiedad, y como en el caso de la ermita de Can Boada, la voluntad municipal era que pasara a ser de titularidad municipal.
Pero no ha sido hasta mayo de este 2024 cuando, finalmente, desde el Consistorio se ha podido otorgar la licencia a la propiedad para que iniciaran los trabajos de restauración del edificio. De esta manera, se busca «valorar el conjunto de la masía, tanto la fachada como las aberturas y los elementos ornamentales», y además, añaden desde el gobierno municipal, «se resolverán las deficiencias detectadas que han sido causadas por la falta de mantenimiento».



