La comunidad educativa de Sala i Badrinas ha visto cumplidos los malos augurios. Hace unos días, desde el AFA insinuaban que todo hacía prever que la construcción del edificio que debe acoger al futuro instituto-escuela sufriría un nuevo retraso. Alertaban que el proyecto constructivo que debía darse a conocer en el último trimestre del año pasado aún no había hecho acto de presencia. No sabían nada de nada, y eso no presagiaba nada bueno.
Y en la reunión que tuvo lugar la semana pasada y que ahora han dado a conocer, confirman una nueva decepción para este centro del Siglo XX. Llevan catorce años en barracones, ubicados en una parcela dentro del Parque de Vallparadís, y parece que estarán así unos cuantos cursos más. La última fecha que se les había dado era comenzar el curso 2028-2029 en el nuevo espacio. Ahora ya saben con certeza que no será así. Con suerte, el edificio no será habitable hasta principios de 2029.
Las obras de urbanización del sector Sala i Badrinas supusieron una chispa de esperanza ante una promesa que se repetía Gobierno tras Gobierno. Parecía que todo iría sobre ruedas. Sin embargo, los obstáculos burocráticos y presupuestarios no han dejado de acumularse.
Cambios en el anteproyecto y un inconveniente importante por resolver
En el último encuentro, con presencia de varios responsables del Departamento de Educación de la Generalitat y de los Servicios Territoriales del Vallès, así como de Infraestructuras de la Generalitat y de técnicos y concejales del Ayuntamiento de Terrassa, los miembros de la dirección de Sala i Badrinas y del AFA pudieron conocer la situación actualizada.
De entrada, se les comunicó que se han realizado diversas modificaciones en el anteproyecto porque debían cumplirse normativas de seguridad y vinculadas a centros educativos. Por ejemplo, se ha tenido que ampliar la zona del gimnasio o la escalera exterior que unía los dos pisos deberá ser interior (por temas de eficiencia energética). La cocina debe tener dos accesos independientes y debe haber un vestuario para el personal docente. Estos son algunos de los cambios mencionados, que tampoco modifican sustancialmente el proyecto.
No obstante, sí hay uno importante que altera todo el calendario. Según informa el AFA en un comunicado, desde Educación se les ha comunicado que el edificio debe elevarse un metro más de altura para poder garantizar la ventilación de las aulas. Esto implica que el Ayuntamiento de Terrassa «tendrá que mover ficha para poder aprobar estas modificaciones, teniendo en cuenta que es un edificio con patrimonio histórico y no siempre se aceptan este tipo de cambios». También que habrá que replantearse la carpintería en las aulas de infantil (ventanas de la fachada) ya que no llegan al suelo y al adaptarlas resulta muy costoso.
Aunque el gobierno municipal asumió el reto de hacer las modificaciones necesarias para poder sacar adelante el proyecto, esto implicará más retrasos. Y de ahí que no se prevea hasta el mes de febrero de 2026 para licitar el proyecto de obras, con lo cual se iniciaría la construcción a finales de 2026, y habría 24 meses mínimo por delante antes de poder inaugurarlo.
Desde el AFA han manifestado su «sorpresa, ya que, aunque fuera una reunión de presentación, nos dimos cuenta, rápidamente, de que hay muchos frentes abiertos, problemas y discusiones que aún no están resueltas y no es de lejos un anteproyecto cerrado y definitivo». «Creemos que el Ayuntamiento de Terrassa tiene, ahora mismo una tarea ineludible para el éxito del proyecto que es la de solucionar los problemas planteados en esta reunión y el AFA irá detrás para rendir cuentas y asegurarse de que se aporten soluciones lo más pronto posible», subrayan, sabiendo que hasta finales de este año lo más probable es que no tengan más noticias sobre el estado de todo.