Desde hace unos días, los alumnos de la escuela Roc Alabern ya pueden divertirse en la hora de recreo con toda una retahíla de nuevos juegos lúdicos, de libre acceso y creativos. El proyecto de transformación del patio infantil del centro de la calle Mallorca, en el barrio de La Maurina, ha sido llevado a cabo por la empresa vallesana Gecko Walls. No era la primera vez que trabajaban con esta escuela, puesto que dos años atrás actuaron en el patio de primaria.
Entonces, se apostó para introducir un rocódromo con mural, un sorral y unas estructuras de juegos de troncos, para fomentar el equilibrio entre los más pequeños. También se hizo un mural decorativo en la fachada principal del centro, donde se puede reseguir la historia del Roc Alabern, y se colocaron con letras metálicas el nombre de la escuela y el gran logo del dinosaurio dibujado.
«Hicimos una visita en la zona de juegos infantiles, y con las coordinadoras de ciclo inicial llegamos a la conclusión que había que hacer pequeñas actuaciones quirúrgicas que fueran transformando los elementos de juegos y los espacios disponibles para los niños y niñas más pequeños», explica Toni Zamora a

Juegos educativos, lúdicos y sostenibles
Fue así como se empezó a trabajar en el segundo proyecto, que ha culminado apenas este mes de marzo y que ha consistido en la incorporación de diferentes elementos de juegos. «Se valoró cambiar algunas estructuras antiguas, hacer pinturas en el suelo de juego e ir introduciendo elementos, como por ejemplo una cocinilla realizada con materiales ecológicos y sostenibles. El objetivo es ir haciendo más amable el espacio de juego», explica Zamora, recalcando que la principal novedad y uno de los puntos de atracción es la gran estructura de sube/baja hecha con materias naturales.
Desde Gecko Walls se muestran muy satisfechos con el resultado, también por la respuesta que han obtenido desde la dirección y desde los niños que juegan. «La transformación de la zona infantil ha sido genial desde el primer día, que ya empezamos a pintar en tierra su zona de educación viaria y, posteriormente, los diferentes trabajos que hemos ido realizado. Los pequeños y pequeñas son muy agradecidos y estaban muy ilusionados viendo como iba cambiando el paisaje de su patio», asegura.

Los juegos alternativos se extienden en todo los centros educativos
La escuela Roc Alabern no es la única que ha apostado para introducir en la zona de recreo elementos de juego más creativos e innovadores. También con la apuesta por una zona de pequeña escalada, que ofrece una actividad divertida y original para los niños más intrépidos.
Con la empresa de Sant Cugat ya han colaborado centros como el colegio Santa Teresa, la escuela Juan XXIII, la escuela Pere Viver, la escuela Abad Marcet, la escuela Sant Llorenç del Montón o la escuela Serra de la Obac, entre muchas otros. Se trata de una tendencia que cada vez más se está extendiendo entre centros educativos que buscan ofrecer alternativas lúdicas, deportivas y artísticas para dar color y luz alrededor del edificio.


