Recientemente, el Colegio Mare de Déu del Carme de Terrassa (Karmel) ha vuelto a ser noticia tras el anuncio del despido de Francesc Rubio, quien ha sido director del centro durante más de 20 años. Ante esta repentina salida, el Karmel ha justificado su despido afirmando que este responde a «la detección de varios incumplimientos graves y culpables de sus obligaciones laborales», según explica la escuela en el apartado de preguntas y respuestas de su web.
También recalcan que estos «incumplimientos» constituyen «faltas muy graves» que son sancionadas con «el despido disciplinario de acuerdo con la normativa vigente». Además, desde el centro subrayan que esta decisión ha sido ya comunicada a través de los canales oficiales a toda la comunidad educativa (Comité de empresa, Claustro de Maestros y Profesorado, Consejo Escolar, AMPA e Inspección).
En cuanto a su sustitución, el Karmel afirma que «estamos trabajando para que este cambio se viva con total normalidad sin afectar al alumnado» y destacan que «hemos iniciado el proceso de búsqueda y selección de la persona más idónea para ocupar este puesto, que esperamos que se incorpore lo antes posible».
La escuela recalca que «no somos una secta» y niega actitudes xenófobas, racistas y homófobas
Tras las recientes polémicas que rodean al centro, el Karmel ha enviado una carta dirigida a los padres y a toda la comunidad educativa para «compartir nuestra profunda preocupación ante las últimas informaciones aparecidas en los medios de comunicación», recalcan.
En este texto, al que ha tenido acceso MónTerrassa, la escuela alega que «no somos una secta» y niega cualquier «vinculación institucional» con ningún movimiento eclesial como el Camino Neocatecumenal (llamados «kikos») o el Opus Dei. «Formamos parte de la orden de los Padres Carmelitas, reconocida por la Iglesia católica y con una trayectoria educativa y evangelizadora de 81 años en Terrassa», afirman. Por otro lado, también niegan que se obligue a los alumnos a asistir a misa y argumentan que «no hemos ampliado las horas de religión en detrimento de otras asignaturas».
Asimismo, y en cuanto a algunas acusaciones de actitudes xenófobas, racistas y homófobas, la dirección del Karmel niega tales hechos y asegura que «ante cualquier hecho de esta naturaleza, actuamos con determinación». «Hacerlo sería ir en contra de la esencia del ideal educativo de la escuela», añaden.
Finalmente, recalcan que «el catalán es la lengua vehicular del centro» y dicen que «no ha cambiado la política lingüística de la escuela». Sin embargo, reconocen que «para evitar el elevado número de sustituciones que había, hemos contratado más profesores y dan las clases en castellano hasta final de curso».


