La Escuela Mare de Déu del Carme, una escuela concertada con un largo periodo de actividad en nuestra ciudad, cambió de titularidad hace unos meses. La nueva titularidad está en manos de una corriente ultra e integrista. Todo esto ha sido gracias a las fisuras de un sistema que permite la gestión privada con dinero público de la escuela.
Empatizamos y nos solidarizamos con la preocupación de las familias de la escuela del Karmel. Es injustificable que con dinero público una escuela esté adoctrinando ideas franquistas, homófobas, machistas y clasistas, alejadas de los principios y valores democráticos.
Esta situación no es una excepción, es la consecuencia lógica de un modelo dual, instaurado desde tiempos del tardofranquismo y que ha favorecido la privatización encubierta de la educación. El cambio de titularidad evidencia lo que ya sabemos, que el modelo de conciertos es insostenible.
No podemos imaginar que la asistencia universal pueda discriminar pacientes según ideología, clase social u origen. Y, sin embargo, en la educación sí se hace.
La escuela concertada es a menudo:
- Un foco de segregación social y educativa.
- Un espacio de adoctrinamiento religioso e ideológico con cobertura legal.
- Un instrumento de control y elitización, disfrazado de «libertad de centro».
Es tiempo de tomar partido, de construir una vida mejor, es tiempo de la Convocatoria por la Democracia. Esta realidad no puede continuar. La red pública es la única garantía de derechos, por encima de privilegios e intereses. Desde Esquerra Unida de Terrassa consideramos que se debe ir más allá. No se trata solo de manifestarse por el malestar de unas familias ante el cambio de titularidad y el nuevo sesgo ideológico. Exigimos que el Departamento de Educación dé un paso firme: Se debe intervenir de forma inmediata en el centro e iniciar los trámites para que el Karmel se incorpore a la red pública.
Esta escuela no debe cerrar. Debe ser una escuela de titularidad y gestión pública, con un proyecto pedagógico arraigado al barrio, inclusivo e intercultural. Todo esto con la participación activa de las familias, el claustro y la comunidad educativa.
Desde Esquerra Unida valoramos que la alternativa es una única red pública. Hay que poner fecha de caducidad a los conciertos educativos. Esto se debe hacer con un plan de transición que consiste en inversión estructural en la escuela pública, incorporación progresiva de los centros concertados a la titularidad pública y derogando el marco legal que permite el adoctrinamiento y la segregación con dinero público (como la LOMCE o la LOMLOE en este aspecto).
La lucha por la escuela pública se debe hacer oponiéndose también al cierre de líneas de escuelas públicas en nuestra ciudad. En febrero Esquerra Unida nos posicionamos. Y en marzo otra vez. Y la comunidad educativa de Terrassa, alrededor de La Pepeta, nos manifestamos contra los recortes. Terrassa somos la ciudad más afectada, recordemos que en Terrassa nos recortan 1 línea pública de i3 y 6 líneas de 1º ESO, en un contexto de crecimiento poblacional. Nos solidarizamos con las familias y los centros afectados, y volvemos a pedir al Departamento de Educación y al Ayuntamiento de Terrassa que se reviertan estos recortes, que se aumenten las líneas públicas en lugar de cerrarlas y que se apueste realmente por la educación pública en la ciudad.
Se debe ir más allá de la política de escaparate y titulares del gobierno municipal de Terrassa; y hacer un frente amplio con sindicatos, familias y profesionales en defensa de la escuela pública. Nuestro modelo es, lo tenemos claro, una escuela pública, laica, feminista, inclusiva y de calidad.