La comunidad educativa de la escuela Serra de la Obac ha decidido hacer público su malestar por una situación que hace mucho de tiempo que está encallada. A través de las redes sociales, tanto la escuela como la Asociación de Familias (AFA), han querido hacer presión para intentar que desde el Ayuntamiento de Terrassa se los escuche y, sobre todo, tomen medidas para solucionarlo.

«Desde el curso pasado tenemos el camino de acceso a la escuela cerrado, y cada día más deteriorado; obligando algunas familias a ir por un camino alternativo, lo cual supone un peligro», subrayan desde la AFA. La entidad educativa afirma que «tenemos un entorno privilegiado», pero no se puede disfrutar como se merece, y recuerdan que «es un punto de acceso importante para las familias» a la hora de dejar y recoger los niños.
Por su parte, el centro educativo expresa en su post que «la calle, actualmente cerrada por una valla, está en un estado de deterioro avanzado. Es de máxima importancia que velamos por la seguridad y el bienestar de los 430 niños que asisten a nuestra escuela y sus respectivas familias». Y subrayan que «como ciudadanos que confiamos en nuestros gobernantes para garantizar nuestra seguridad y comodidad, tenemos todo el derecho de exigir responsabilidades».
Tanto desde la AFA como desde el centro educativo indican que han trasladado esta situación al equipo de gobierno, pero lamentan que a pesar de los meses que han pasado desde la primera instancia, todavía «estamos esperando una solución».

AFA y dirección de la mano para hacerse escuchar
La comunidad educativa de la escuela Serra de la Obac siempre ha sido muy clara a la hora de manifestar las problemáticas que los afectan y para exigir soluciones a las administraciones competentes. No es la primera vez que AFA y dirección van del brazo en un tema delicado en que se prioriza la salud y seguridad de los niños y sus familias. Este mismo 2023, el mes de junio, se llevó a cabo una cazerolada -con el apoyo del AVV Can Roca- para denunciar el incivismo y el vandalismo que sufren en el entorno inmediato en el centro.
Y también aprovecharon para hacer protestar justamente por este vial de acceso en el centro educativo, cerrado desde el otoño pasado, dejando como única alternativa para llegar al centro, afirmaban, «un caminito lleno de excrementos de perro y el peligro de caer al torrente».


