«Después de ser madre, a los 38 años, identifiqué haber sufrido abusos sexuales durante mi infancia y adolescencia en el entorno familiar en el marco de un hogar aparentemente común». Así relata su historia en una serie de publicaciones de Instagram Helena Sánchez, una mujer que durante años vivió sin recordar que había sufrido abusos sexuales por parte de sus familiares y otras personas.
Hasta los 15 años, Helena fue víctima de estos abusos haciéndolo pasar todo como si fuera «un juego». «Dos familiares cercanos llamaban a la puerta de mi habitación para abusar de mí. ¿Podemos jugar? preguntaban. Yo nunca me negaba porque eso era mi normalidad desde hacía años, así que se alternaban para «jugar» conmigo», relata Sánchez.
Los abusos, sin embargo, no solo venían por parte de sus familiares. Helena Sánchez explica que recuerda que su abuelo la llevaba a una clínica del parque de Sant Jordi donde también abusaban de ella. «Mi abuelo también me llevó algunas veces a la consulta de un médico amigo suyo que se encontraba en Terrassa. Allí abusaron de mí y de más niños y después los pederastas pagaban por hacerlo. Recuerdo el intercambio de dinero», escribe en una publicación de Instagram.
