La Coral Els Amics ha acogido este miércoles, día 27 de noviembre, el acto de celebración por el 10º aniversario del pacto DASIG en Terrassa. La sala se ha llenado de representantes de entidades culturales y sociales vinculadas al colectivo LGBTIQ+, pero también de autoridades locales, cuerpos de seguridad o el Archivo Histórico de la ciudad.
Ha sido un encuentro para reconocer una década de trabajo colectivo en defensa de los derechos y libertades civiles, y también de mirar hacia el futuro, con el objetivo de reforzar el compromiso «por una Terrassa diversa. Es un pacto transformador y que continúa vivo, porque continuaremos luchando y no daremos ni un paso atrás», ha subrayado Lluïsa Melgares en el discurso de bienvenida, que ha recordado a los asistentes que «necesitamos activistas en la calle, para sumar y para hacernos visibles…».
Melgares: «Terrassa se define por su amor a la diversidad»
La concejala de LGTBi del Ayuntamiento de Terrassa ha explicado a MónTerrassa cuáles son los retos de futuro de la plataforma, el papel que debe desempeñar la administración local como garante de derechos del colectivo y cómo ve la salud del colectivo.
10 años de pacto DASIG, ¿cuáles son los nuevos objetivos?
El pacto es una intención viva que en estos diez años ha hecho muchas cosas y que debe continuar haciendo más. Este año haremos una nueva modificación, porque los tiempos cambian y así deben hacerlo las acciones que realizamos, y esperamos tener nuevas adhesiones, especialmente de gente joven, y que vayamos hacia un futuro que sea en la línea de continuar trabajando por la diversidad afectivo-sexual y de género.
¿Cuál es la situación actual de las entidades y del colectivo en nuestra ciudad?
No creo que sea una sorpresa si digo que antes del verano, la asociación que había sido la más luchadora y reivindicativa del colectivo LGTBi de Terrassa, comunicó su intención de cerrar. Ahora mismo, parece que hay una coordinadora de transición para decidir el futuro. Sí que es verdad que aunque esta entidad está en crisis, y no debe ocultarse, también diré que se han creado otras asociaciones vinculadas al colectivo. Lo he pensado mucho y creo que Terrassa es pionera en la lucha de los derechos LGTB y, a veces, cuando hay uno de los actores que tira mucho, los demás parecen apagarse y les cuesta un poco hacerse visibles. Ahora mismo, creo que estamos en un punto de inflexión muy grande, tenemos una ultraderecha que está atacando de manera exagerada y horrorosa los derechos que tienen que ver con la diversidad afectiva y sexual, o con las personas racializadas, y es un momento en el que todos debemos unirnos y luchar aún más. En el camino hemos perdido muchas personas luchadoras, y lo importante es conservar lo que se ha logrado y cada día dar un paso más adelante.
Desde la administración local, ¿cómo se pueden blindar los derechos que ahora se ven amenazados?
De entrada, una buena manera es realizar actos como los que hacemos hoy, de celebración de los 10 años de Dasig, porque esto transmite confianza y también porque visibiliza los servicios que hemos ido creando, como por ejemplo el Servicio de Atención Integral (SAI). Consideramos que debemos hacer un acompañamiento básico, porque las personas deben tener confianza en los profesionales de la administración. Y para eso tenemos un presupuesto municipal destinado, que aunque no sea grande sí que es clave para que haya personal trabajando para garantizar estos servicios de información y asesoramiento. Tenemos un ayuntamiento en manos de la extrema derecha que está cuestionando las inversiones en políticas de género y de LGTBIQ+, y si Terrassa se define por algo es por el amor que tenemos a la diversidad y la riqueza que esta aporta, y por el respeto que debemos tenernos unos a otros y a los derechos fundamentales.
Una de las acciones en las que desde el pacto Dasig se ha puesto mucho énfasis en el último año ha sido en la inserción sociolaboral del colectivo.
Exacto, hemos hablado mucho sobre todo específicamente de las personas trans. Tenemos diversos proyectos que han sido una muy buena idea e iniciativa, porque no debemos ocultar que hay personas trans que tienen verdaderos problemas para encontrar trabajo. Nosotros, desde la administración, lo hemos normalizado; tenemos varios trabajadores del colectivo y están porque tienen su valía, como cualquier otro trabajador. Sí que me sabe mal que esto tenga que ser gracias a un proyecto especial porque hay una parte de la sociedad que las discrimina, también en el sector laboral.
Aprovechando que se ha hecho recopilación de estos 10 años del pacto con todas las entidades que forman parte, ¿hay algún ámbito concreto que se debería reforzar o que se deba poner como prioritario de cara al futuro?
Creo que se deben reforzar más las campañas y debemos visualizarnos mucho más. Y, especialmente, en la participación. Es cierto que el pacto es una cuestión de cogobernanza, no es que el Ayuntamiento decida por sí solo o unilateralmente qué acciones o actividades se realizarán, o qué servicios se deben dar. No, esto es algo que se discute dentro de una mesa donde hay muchos miembros de sectores diversos, y que esperamos que pueda crecer aún más, y es aquí donde se buscan soluciones para cubrir las necesidades actuales y ser eficientes a la hora de gastar el presupuesto que tenemos asignado.
