La Diputación nos presenta las cumbres más míticas de las comarcas de la demarcación de Barcelona, todos recomendables de conocerlos y probar de llegar en lo alto.
Pedraforca
Si de montañas emblemáticas hablamos, sin duda el listado lo tiene que abrir el Pedraforca, el cumbre más alta de la demarcación de Barcelona, con 2.506,4 m. Aquello que lo hace atractivo, pero, no es tanto la altura, que también, sino sobre todo la peculiar forma, con los dos pollegons y el enforcadura, y el hecho de no formar parte de ninguna cordillera, levantándose majestuoso en medio del paisaje. Hay varios caminos para subir, pero hay que tener en cuenta que se necesita cierta preparación física.
Los 4 del Montseny
Unos dicen que la cumbre más mítica de el Montseny es lo Matagalls, otros dicen que ni hablar, que es lo Cerro del Hombre (1.706 m), que por eso es lo más alto; hay quién siente especial debilidad por las Agudas; y todavía quién prefiere el Cerro de Tagamanent, que, a pesar de ser bastante más bajo que los anteriores (1.056 m), ya contaba con un castillo que lo coronaba en 945, y dónde hoy hay la iglesia de Santa Maria, de origen románico. Seremos salomónicos y diremos que cada uno tiene sus atractivos y es toda una experiencia adentrarse y llegar a la cumbre, como han hecho tantos miles de andadores en esta patria del excursionismo que es lo Parque Natural del Montseny, declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera.
Santo Jeroni
Montserrat es mítica toda ella, pero su cumbre culminante es Santo Jeroni, con 1.236 m, y punto de confluencia de tres comarcas: Anoia, Bages y Baix Llobregat. Hace unos cuántos años era más fácil llegar arriba gracias al vertiginoso funicular aéreo que se ensartaba por la pared del serrado del Moro; hoy toca hacer una excursión desde la explanada del monasterio, con centenares de escalones que nos esperan y alguna fuerte pendiente.
La Mole
Es la montaña más alta de el Parque Natural de Sant Llorenç del Montón y el Obac, con 1.102 m, y también el lugar donde se encuentra el monasterio románico de Sant Llorenç. Sus riscos le confieren una fisionomía singular, y por el camino se encuentran formaciones espectaculares, como por ejemplo el monolito de el Caballo Bernat. Subir no comporta grandes dificultades, y más teniendo en cuenta que con vehículo motorizado se llega a los 800 m. La Mole comparte protagonismo en el Parque Natural con lo Montcau, no muy más bajo (1.056 m).
