Después de años sin actividad agraria, la finca de Can Sales vuelve a cobrar vida convirtiéndose en la primera finca de agricultura regenerativa de Terrassa y la comarca. Xavier Aliart, ingeniero agrónomo experto en agricultura regenerativa, ha recuperado el terreno implementando un nuevo proyecto que quiere dar a conocer esta metodología de agricultura, más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, puesto que ahorra grandes cantidades de agua y no utiliza agentes químicos ni gran maquinaria para trabajar la tierra. Actualmente, en Cataluña solo hay 5 fincas que aplican la agricultura regenerativa, siente Can Sales una de estas.
El proyecto lleva por nombre Geosmina, nombre que proviene de la molécula que hace el olor de tierra mojada. Se puso en marcha hace dos años. El objetivo nunca ha sido “producir mucha cantidad de alimentos, sino hacer que la finca sea un punto de divulgación de la agricultura regenerativa”, un innovador sistema de cultivo más resistente a las condiciones ambientales del cambio climático y que combina el pasto, la explotación de bosque y el cultivo en el campo para favorecer la biodiversidad y el enriquecimiento del suelo, según explica Aliart.
Un suelo más vive y fértil por unos cultivos más saludables
Desde su puesta en marcha, se han obtenido “muy buenos resultados”. Antes del proyecto, el terreno “tenía una degradación importante” y estaba lleno de desechos, pero con el tiempo han visto “que el suelo es bueno y la natura nos está respondiendo”, afirma. La finca cuenta con una superficie de 60 hectáreas, de las cuales 51 su zona forestal y 9 sueño de cultivo. De estas últimas, se tiene ocupado el 50%. El objetivo de Aliart es que el resto de hectáreas estén transformadas en agricultura regenerativa los próximos dos años.
La agricultura regenerativa quiere volver a unificar el que había sido la ganadería, la agricultura y la silvicultura, que se separó por la industrialización. El papel fundamental de los animales es aportar materia orgánica, puesto que con esto se recupera que el suelo esté vivo y fértil y, “por lo tanto, los cultivos que hay encima su más saludables”.
Una biodiversidad elevada
La finca busca tener una biodiversidad elevada, tanto en animales como en plantas. De este modo, el terreno se organiza de tal manera que se asemeja a un “mosaico”. Una parte es un cultivo de huerta, cereales de secano, plantas aromáticas, árboles, entre otros. “Esta diversidad hace crear sinergias entre ellos” y da “solidez ambiental”.
Centro de referencia y divulgación
Actualmente, ya está en relación con centros de formación profesional relacionados con la agricultura para acoger alumnas en prácticas e impartir formaciones, como por ejemplo la escuela Agraria de Castellar del Vallès. Y ofrece visitas guiadas con talleres para escuelas de primaria y secundaria. También mantiene un vínculo estrecho con el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales con quienes intercambian experiencias dentro del programa LIFE AgroForAdapt, colaborando así en la creación de conocimiento y divulgación sobre la agricultura regenerativa a nivel europeo.
Actualmente, sus alimentos se vienen a restaurantes, sobre todo de Terrassa, Matadepera y Sabadell. “No tenemos tanta producción para tener una tienda”, explican, pero están abiertos a recibir visitas para dar a conocer la agricultura regenerativa, en estos momentos “poco conocida en Cataluña” pero ya con fuerte protagonismo en otros países como Francia, Australia o Estados Unidos. Y es que también se hacen talleres, cursillos y conferencias a colectivos de agricultores y ganaderos, así como servicio de consultoría privada a profesionales del sector que quieran adaptar esta técnica productiva.
Para ponerse en contacto para hacer una visita, asistir a un taller, actividad u otras, la ciudadanía se puede poner en contacto con el proyecto al correo info@projectegeosmina.com.
