El anfiteatro del Parc de Sant Jordi de Terrassa tendrá una segunda vida. Ahora, y desde hace años, hay una instalación abandonada, escondida, incluso desconocida, en la parte menos accesible del pulmón verde, junto a las pistas de petanca, en el sur de la zona ajardinada. Tiempo atrás, fue escenario de grandes conciertos y actividades en desuso. El Ayuntamiento ha decidido que es el momento de recuperarlo y de ponerlo al servicio de la ciudadanía, y añadir así un valor más al icónico Parc de Sant Jordi, una de los iconos del patrimonio terrassense, con la Masía Freixa como joya de la corona. El nuevo recinto tendrá capacidad por 150 espectadores y se adaptará para acoger personas con movilidad reducida.
El Consistorio ha puesto en marcha el proceso de licitación de las obras de rehabilitación. El proyecto, que costará casi 100.000 euros (96.606 con IVA incluido) pretende parar el deterioro, mejorarlo y adecuarlo para acoger espectáculos al aire libre de carácter cultural y recreativo y de pequeño formato, por lo cual está especialmente indicado. Las obras no se prolongarán más de tres meses.
Un montón de obras al anfiteatro para adaptarlo a las necesidades actuales
Las actuaciones principales previstas son: intervención superficial de las gradas y del pavimento del escenario, incluyendo el saneado y la bretirada de vegetación, la reparación de grietas existentes así como su impermeabilización y pintura, la reparación puntual de las barandillas exteriores, para garantizar la seguridad contra las caídas, la adecuación de las zonas de pavimentos exteriores que sean necesarias y la actualización de las instalaciones eléctricas para permitir la iluminación correcta de las gradas y del escenario.
Además, se contempla reformar los espacios interiores de los vestuarios existentes debajo del escenario, saneando los menajes, renovando los revestimientos y puertas y adecuando las instalaciones, haciendo los espacios más higiénicos y adaptados al uso que se destina. El espacio destinado a gradas es de 465 metros cuadrados y el escenario ocupa unos 168. Debajo se encuentra una zona de 50 donde se ubican unos vestuarios y almacenes que serán de uso exclusivo de los trabajadores.
El proyecto original se redactó en 1969. E 1988 se realizaron intervenciones que incluyeron la adecuación necesaria para ponerlo en funcionamiento por la Fiesta Mayor.
