El Almacén Joaquim Alegre (1904), más conocido como Almacén Farnés, se sitúa en la plazoleta de Zaragoza, 2, y es la sede del Arxiu Tobella y desde hace unos meses una parte es del Centro Excursionista. El edificio es el almacén más emblemático de Terrassa de todos los que construyó Lluís Muncunill dentro de su personal lenguaje modernista. En este edificio introduce los arcos elípticos como elementos definidores de la fachada. Es un almacén de planta baja y dos pisos. Destacan los trabajos de cerrajería de Pau Bros y los de carpintería de Pere Sabater, colaboradores habituales de Muncunill.
Joaquim Alegre lo hizo construir como almacén de la razón social Aymerich, Amat y Jover, pero el edificio se conoce popularmente por el nombre de los locatarios y después propietarios que ocuparon el almacén: Pau Farnés S.A.
El 1976, ante el inminente escombro del almacén, un grupo de entidades locales impulsaron una campaña para reivindicar que se retiraran los permisos y salvar este edificio de su casi segura desaparición. Después de varias negociaciones, uno de los principales impulsores de la campaña, Manel Tobella, acabó adquiriendo el edificio por tal destinarlo a equipación archivística.
L‘Arxiu Tobella, el cual dispone de un fondo fotográfico de aproximadamente 400.000 negativos, que reflejan la realidad local entre 1875 y nuestros días. También cuenta con una biblioteca con unos 4.000 volúmenes, y una hemeroteca de 384 volúmenes de diarios locales.
Planta baja y dos pisos
Este almacén modernista es un edificio de planta baja y dos pisos. La fachada simétrica tiene un sentido ascensional provocado por la sucesión de las tres aperturas parabólicas. Las aperturas de la planta baja – puerta de entrada y ventana – presenta unos relevos de piedra arenisca buixardada. La primera planta tiene balconada de hierro y perfiles moldurados de cemento a los arcos. La superior presenta el mismo esquema, pero con dos balcones. Coronamiento mediante una cornisa que va siguiendo los gabletes. En su interior destacan los trabajos de cerrajería de Pau Bros y los de carpintería de Pere Sabater, colaboradores habituales de Muncunill.
Malgrat que el promotor del edificio fue Joaquim Alegre, el primer locatario fue la razón social Aymerich, Amat y Jover, que instaló su almacén. En los años veinte el edificio pasó a ser propiedad de Pau Farnés qué, igualmente, lo adaptó como almacén y despacho.
El año 1972 la empresa quebró y el edificio pasó en manos de una inmobiliaria de Barcelona con la intención de derrocarlo para hacer viviendas y despachos.
En aquellos año setenta se despertó la sensibilidad terrassenca por su patrimonio. Así es salvaron edificios emblemáticos como la fábrica Aymerich, Amat y Jover o el Gran Casino. Otros no se pudieron salvar a tiempo de la pileta, como el Grupo Escolar Torrella o el Centro Médico.


