MónTerrassa
Una exposición describe el tribunal de excepción franquista en Terrassa

Los cincuenta años de la muerte de Franco, este 20 de noviembre, dan pie desde este mismo jueves a realizar otro ejercicio de memoria histórica con una exposición sobre el tristemente célebre Tribunal de Orden Público (TOP), que en la ciudad sentenció a 93 personas entre 1963 y 1974 por su lucha contra la dictadura. La muestra, organizada por la Diputación de Barcelona, se puede ver hasta el 20 de enero en el claustro del Convento de Sant Francesc. Al mismo tiempo, el sindicato Comisiones Obreras en el Vallès Occidental ha publicado el libreto TOP 1963-1977. La represión del Tribunal de Orden Público en Terrassa, donde se detallan estas detenciones y procesos, con el nombre de las víctimas y algunos de los verdugos. Una información de cómo actuaba el régimen en su agonía, que vale la pena repasar.

El libreto coordinado por Natalia Giménez y con la revisión de Rafael Espinosa y Joan Coma, explica que en la comisaría de la Policía Gubernativa de la calle de la Iglesia, a principios de los años sesenta, «en unas salas cerradas, se efectuaban torturas que podían durar varios días». Y los testimonios relatan que «había tantas personas heridas en estas dependencias que era necesario trasladarlas a los bajos del Ayuntamiento, hasta que fueran llevadas a Barcelona». Esta comisaría era dirigida por los inspectores de la igualmente tristemente célebre Brigada Políticosocial (BPS) Tomás Claver Barroso y Ramón Encinas Rodríguez.

La Brigada Políticosocial y las mazmorras

En otras ocasiones, las detenciones eran efectuadas por la Guardia Civil que «ingresaban a los detenidos en el Depósito carcelario municipal de Sant Llàtzer hasta que la BPS se hacía cargo y eran trasladados a Barcelona, a la sede de la Prefectura Superior de Policía de Vía Laietana, número 43». Dos tercios de las 311 personas internadas en este depósito entre 1946 y 1977, lo fueron en el período de 1967 a 1975. Curiosamente, en la antigua sacristía de la iglesia de Sant Francesc, no lejos del claustro. En el libreto de CC.OO., se cita al presidente del TOP Francisco Mateu Cánoves -quien fue más tiempo en el cargo, desde 1967 hasta su extinción en enero de 1977 para dar paso a la actual Audiencia Nacional- como responsable de 86 de los juicios a represaliados terrassenses. Y también se destaca entre los jueces de instrucción con especial protagonismo Carlos María Entrena Klett (49 casos) y José Salinas Redondo (41 casos).

La parte vecinal de la exposición ‘Generacions TOP a Terrassa’, en el claustro del convento de Sant Francesc | Vicenç Batalla

En total, se pronunciaron 97 sentencias contra 93 personas por 113 delitos, de las cuales 78 fueron condenadas y 34 absueltas. Las penas podían ir de seis meses de prisión por «manifestación ilegal» a cinco años por «asociación ilícita» y «propaganda ilícita». 82 eran hombres, mientras que 11 mujeres. Una tercera parte tenía menos de 23 años, el 20% había nacido en Terrassa y el 60% en Andalucía y mayoritariamente eran trabajadores metalúrgicos (AEG), seguidos de la construcción y el textil. Por otro lado, el 49% estaban afiliados a CC.OO. y el 19% al comunista Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). También fueron perseguidos los sacerdotes Agustí Daura, Josep Ricart, Damián Sánchez Bustamante y José Ruiz.

Este es un índice de lo que representó la represión en una ciudad conocida en esta época como la Roja en los últimos años del franquismo. La primera detención y posteriormente juicio del TOP se produjo en marzo de 1963 contra el obrero Vicente Chica Soler, de 34 años, por un delito de asociación ilícita, y la última en agosto de 1974 contra el estudiante de 20 años Jesús Marín Ausín, acusado de propaganda ilegal. El mayor número de detenciones fue durante la conocida como Manifestación de las piedras, en la Rambla cerca de la Estación de Els Catalans, el 27 de octubre de 1967, con 65 personas de las cuales fueron juzgadas 12. Fue el caso del sacerdote Daura y María Isabel Gallardo, que se destacan en el libreto como víctimas de la represión, junto con Domènec Martínez (concentración del primero de mayo de 1969 en La Font de les Canyes) y Catalina Moreno (huelga general del 27 de octubre de 1971). Moreno, entonces, solo tenía dieciséis años y pasó 39 días en prisión preventiva.

Los nombres y apellidos del tribunal y las fotos de los verdugos

El ejemplo de Terrassa es significativo de las 9.146 personas que procesó el TOP en todo el Estado, con condenas que ascendieron a 11.958 años de prisión. Aunque el número de personas afectadas llega a más de 50.000. Parte de estos datos y los nombres y apellidos del tribunal (con sus 3 presidentes, 11 magistrados, 7 jueces de instrucción y 6 fiscales), los miembros más destacados de la Brigada Políticosocial (con fotos bajo el epígrafe Los ojos y el puño del régimen) y un listado de otros inspectores, así como los gobiernos sucesivos de Franco de este período, se puede seguir en la exposición itinerante de la Diputación Generacions TOP. Memorias de las resistencias ordinarias, que en su primera etapa en el claustro de Sant Francesc lleva el subtítulo de Generacions TOP en Terrassa (de lunes a jueves, de 9h a 18h, y viernes, de 9h a 16h).

Los jefes de la represión en la exposición ‘Generacions TOP en Terrassa’, en el claustro del convento de Sant Francesc | Vicenç Batalla

En su recorrido por paneles alrededor del claustro, está la parte oscura de los verdugos, y también las torturas y la vida en prisión, pero al mismo tiempo, como parte de luz, las diferentes luchas que ponían a prueba la dictadura: el desafío obrero, la movilización en las universidades, las protestas en los barrios, el estallido del movimiento feminista, las parroquias rebeldes. Y en un lugar preeminente, las movilizaciones en Terrassa, empezando por los barrios después de las inundaciones de 1962 hasta el primer mitin comunista tolerado en el Estado en el Esfèric, en mayo de 1976. Allí se pedía la libertad de Domènec Martínez. Y todos tenían en mente los seis años y medio de prisión en diferentes momentos del franquismo que había sufrido Cipriano García, posteriormente diputado del PSUC en el Congreso. Tampoco es casualidad que esta exposición, comisariada por Carlota Vida y Gerard Rodríguez y que se ha adaptado de la presentada el año pasado en la prisión Modelo de Barcelona, cuente en primer lugar con los fondos documentales de la Fundación Cipriano García, Archivo Histórico de CCOO de Catalunya.

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