Este miércoles, 14 de mayo, se han hecho oficiales los nuevos cambios en el reparto de concejalías en el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Matadepera. Esta reestructuración se ha hecho necesaria después de que el pasado mes de febrero Jordi Mercader presentara su renuncia como concejal del Consistorio de Matadepera.
Mercader ostentaba las concejalías de Economía y Hacienda y de Promoción Económica y Comercio. Así pues, estas dos concejalías ahora pasarán a manos de Francesc Llobet y Carme Campanyà, respectivamente. Además, a partir de ahora, Campanyà también se ocupará de la concejalía de Participación Ciudadana, Barrios y Tejido Asociativo. Esta reestructuración también ha afectado a otras concejalías. Es el caso de Deportes, que ahora será gestionada por Estel Riera, y las concejalías de Bienestar Social y Gente Mayor, que ahora se fusionan en una sola y que pasarán a ser llevadas por Núria Garcia.
Por otro lado, el gobierno municipal también ha hecho oficial la nueva Junta de Gobierno Local, que tendrá como presidente al alcalde Guillem Montagut y como vocales a Francesc Llobet, Laura Ríos, Carme Campanyà y Núria Garcia. En cuanto a las tenencias de alcaldía, las Comisiones y el resto de aspectos relacionados con la reestructuración del gobierno, estos se definirán durante el próximo pleno ordinario del Ayuntamiento que se celebrará el lunes día 26 de mayo.

Jordi Mercader renuncia como concejal por «motivos profesionales»
El segundo teniente de alcalde y concejal de Economía y Hacienda, Comercio, Promoción Económica y Turismo Jordi Mercader, anunció su decisión de renunciar a sus responsabilidades en el equipo de gobierno de Matadepera el pasado mes de febrero. En una carta dirigida a la ciudadanía y publicada en la web del Ayuntamiento, Mercader apuntó a «motivos profesionales» para dejar el cargo y reconoció que durante su tiempo en el gobierno «he podido captar el pulso de un pueblo bien vivo, con personalidad, y potente».
A pesar de ello, Mercader también apuntó que «no todo han sido buenos momentos». «El brutal choque de los que somos ejecutivos contra el muro de una administración, pesada, arcaica, desconfiada, ha sido una pesadilla. Y como toda acción tiene, detrás, personas asignadas, me voy con el regusto amargo de ver cómo algunas funcionarias se han institucionalizado y han sido (y quizás serán) el obstáculo de la actuación del gobierno. Han olvidado que están al servicio del pueblo y a menudo han priorizado sus intereses particulares a los de la colectividad», criticaba Jordi Mercader en el texto.