En un pleno donde se visibilizaron los dos bloques antagónicos en el Ayuntamiento de Matadepera, entre el equipo de gobierno y la oposición, este lunes se aprobaron los presupuestos para 2026 de 18,7 millones de euros, con el apoyo de los ocho concejales del primero y el voto en contra de los otros cinco. Los presupuestos para el próximo año suponen un incremento del 2,18% respecto a 2025, pero reflejan fundamentalmente unas cuentas de contención, en las que no hay un aumento de la fiscalidad y al mismo tiempo se prevé un préstamo para poder incluir unas inversiones de 3,9 millones, un 11,5% más. El concejal de Economía y Hacienda, Francesc Llobet, calificó estos presupuestos de prudentes, eficaces y sostenibles, mientras que el portavoz de Suma’t Matadepera, Nil López, los tachó de ficticios y el de Junts, Gabriel Pirla, consideró que empobrecen el municipio.
Concretamente, los presupuestos se elevan a 18.686.115 euros, con una partida de inversiones de 3.850.528. Para llevar a cabo estas inversiones, se prevé un préstamo de 3,4 millones. Aunque también se confía en los remanentes de tesorería que puedan quedar al cerrar el ejercicio. En el apartado de ingresos, se rebaja la partida de impuestos directos en un 2,5% en función de lo que se ha acabado recaudando en 2025, en especial el IBI y el Impuesto sobre el Incremento del Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, pero se incrementa la de las transferencias de las administraciones, sobre todo del Estado, en un 7% hasta llegar a los 4,7 millones de euros.

En el capítulo de inversiones, el proyecto que se lleva más dinero es el de los vestuarios de la Zona Deportiva Municipal en Mas Sot, con casi tres millones de euros. Le siguen las nuevas fases del cementerio, con 231.000 euros; la urbanización de la confluencia de las calles Sant Llorenç, Antoni Gaudí y Sant Joan, con 118.000 euros; la mejora de la depuradora de Cardenera, con 76.000 euros; la mejora de los caminos escolares, con 49.000 euros; y la iluminación y adecuación del parque Torredemer, con 50.000.
Equilibrio entre no subir la fiscalidad y eficiencia, según Llobet
“Este es un presupuesto que mira hacia adelante y que no tiene otro objetivo que mejorar la calidad de vida de los matadeperenses», afirmó su responsable Llobet en la presentación. «Cada euro está orientado a generar retorno social, a garantizar la eficacia y la eficiencia en la gestión pública y a dar equilibrio y estabilidad a todo el municipio», añadió recordando que se piensa «en las generaciones futuras». El titular de Hacienda remarcó el hecho de que no se haya incrementado la fiscalidad pero, al mismo tiempo, que se haya podido «mantener el equilibrio, con un ligero aumento en el nivel de servicios, como consecuencia de las mejoras económicas y operativas obtenidas en las 46 licitaciones realizadas”. En su intervención, Llobet también anunció que, el próximo año, presupuestos y ordenanzas -aprobadas el pasado octubre- se debatirán conjuntamente en un mismo pleno, tal como reclamaba la oposición.
Luego, ante la mirada del alcalde, Guillem Montagut, de Som Matadepera, la concejala de ERC, Anna Piñol, que forma parte del gobierno, consideró que estos presupuestos «leídos con una óptica progresista, apuntan en una dirección correcta», mientras que las dos concejalas no adscritas, procedentes de Junts, Núria Garcia y Núria Martí, también los valoraron positivamente. Garcia, sin embargo, no se privó de decir que su sobriedad les ha obligado, en su caso como responsable de Cultura y Fiestas, a reducir algunas partidas. «Esperamos poder hacer un buen trabajo, con la posibilidad de hacer alguna inversión concreta más adelante”, deseó. En una línea similar, se manifestó Martí, responsable de Educación, Formación y Ocupación. «Destinaremos el grueso de los recursos a la gestión y el mantenimiento de las escuelas del pueblo, así como a diferentes programas de apoyo educativo y ocupacional», explicó.
La falta de ejecución de las inversiones, criticada por López y Pirla
El momento neurálgico del pleno -con un debate para los presupuestos de una hora y tres cuartos- fue con la intervención del portavoz de Suma’t Matadepera, y anterior alcalde, López porque hizo una completa impugnación de las cuentas del gobierno. Afirmó que «no es un presupuesto real, sino una ficción contable». Y lo argumentó asegurando que, por tercer año consecutivo, «los ingresos están inflados», con unas inversiones que «nunca llegan» porque «no se ejecuta nada del presupuesto». Por eso, consideró que no se necesita pedir ningún préstamo con los intereses que supone porque “hay un remanente desorbitado”. Y, a partir de entonces, el exalcalde pasó a hacer una larga enumeración de todas aquellas inversiones que aún no se habían ejecutado en el presupuesto de 2025, y que situó en un 7,5%, aunque el equipo de gobierno lo eleva al 36% incluyendo otros capítulos. Una exposición que le sirvió a López para afirmar que “el equipo de gobierno hace trampas, miente y engaña a la ciudadanía”.

Cuando le tocó el turno al portavoz de Junts Pirla, este también cargó contra la política de inversiones del gobierno y lo comparó con lo que considera un alto nivel impositivo. «Desde que gobiernan, lo han subido un 20%», afirmó, añadiendo que «la presión fiscal del pueblo es un 25% más elevada que la del resto de municipios del Vallès Occidental”. Lo que le sirvió a Pirla para criticar que la proporción de inversiones por habitante en 2024 fuera de 150 euros y, en 2025, de 75, cuando en el Vallès Occidental, dijo, es ahora de 131 euros y, a nivel catalán, de 211. En otra de sus intervenciones, el portavoz de Junts se volvió a quejar del equilibrio entre impuestos e inversiones que, según él, hace «el pueblo cada vez más pobre». «No todos somos millonarios, ¡nos cuesta pagar las tasas, sobre todo a los jubilados!», exclamó precisando que «hay cuatro personas (en Matadepera), que son las que elevan esta renta», sobre el hecho de que el municipio tenga la renta per cápita más alta de Cataluña.
La renta per cápita del municipio y los impuestos
En su momento de réplica, Llobet le recordó a Pirla que él había estado en el gobierno en el primer ejercicio cuando se votaron los presupuestos de 2024, donde sí se aumentaron los impuestos. Y quiso diferenciar lo que es presión fiscal de lo que se llama esfuerzo fiscal, entendiendo que el primero es cuando se incrementa injustamente el nivel impositivo y el segundo es la capacidad económica que tienen los habitantes del municipio. «Que el valor del recibo del IBI sea de los más altos de Cataluña, no quiere decir que el esfuerzo fiscal lo sea», tuvo interés en puntualizar el concejal de Hacienda.

Aunque el reproche más grande de Llobet fue para López, recordándole que él era el alcalde en los presupuestos de 2021, 2022 y 2023, cuando el nivel de ejecución de las inversiones también fue bajo. «Se invierte la carga de la prueba, exigiendo cosas sobre las cuales usted no tuvo una mejor trayectoria», denunció el concejal. El responsable de Hacienda precisó que las cifras de 2025 de inversión aún son del 30 de septiembre y que se deberá esperar al cierre del ejercicio, el 31 de marzo próximo, para hacer la valoración. «El 33% de estimación de inversiones para este 2025, no cabe decir que es una cifra que no nos gusta», acabó reconociendo, no obstante, Llobet.
La división de los bloques en el Ayuntamiento de Matadepera, en todo caso, también se vio reflejada en la elección del nuevo juez de paz del municipio. Nada más comenzar el pleno, se procedió a la votación y quien resultó elegida fue Mylène Marcet, con siete papeletas, respecto a las seis para Francesc Duch. La primera era la apuesta del equipo de gobierno, aunque en esta ocasión alguno de sus miembros se pasó al otro bando.

