La memoria es una de las funciones más fascinantes y esenciales del cerebro humano. Nos permite aprender, almacenar recuerdos y recuperarlos cuando los necesitamos. Con el paso del tiempo, es habitual notar pequeños olvidos o dificultades para recordar detalles concretos, pero… ¿cuándo debemos empezar a preocuparnos? Laura Casas, neuropsicóloga del Servicio de Neurología del Hospital Universitario MútuaTerrassa, nos lo explica.
¿Qué es la memoria?
La memoria es la capacidad que tenemos las personas para aprender y guardar nueva información, almacenarla de manera ordenada y recuperarla cuando nos hace falta. No está situada en un único punto del cerebro, sino que depende de muchos circuitos interconectados. Una parte clave es el hipocampo, donde se graba inicialmente la información antes de distribuirse a otras zonas cerebrales.
¿Qué puedo hacer para tener una buena memoria?
Para mantener una buena memoria, es fundamental adoptar hábitos de vida saludables: descansar bien, tener una alimentación equilibrada y una correcta hidratación, practicar actividad física y mantenerse activo tanto en el ámbito cognitivo como social.
¿Por qué perdemos memoria con la edad?
En realidad, con la edad no perdemos memoria de manera directa. Lo que se deterioran son otras capacidades que están relacionadas, como la velocidad de procesamiento o la flexibilidad mental. A medida que nos hacemos mayores, nos volvemos más lentos y menos flexibles, y eso puede dar la sensación de que la memoria falla.
¿Cuándo debe visitar al especialista?
Es recomendable pedir una valoración profesional cuando las dificultades de memoria persisten en el tiempo -aproximadamente durante seis meses-, cuando interfieren en las actividades cotidianas o cuando necesitamos ayuda de otra persona para realizar tareas habituales.
¿Qué recomendaría para preservar la memoria?
Para preservar la memoria, es necesario mantenerse activo. Tanto el cuerpo como la mente necesitan ejercicio: hacer sopas de letras, sudokus, rompecabezas, juegos de cartas, leer o participar en actividades sociales son buenas opciones para estimular el cerebro y conservar una memoria saludable.

