VIDEO | 10 consejos para el día del parto

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Confía en tu capacidad y la de tu bebé; formáis un equipo perfecto. Tu cuerpo está diseñado para parir. Lo tienes todo, confía en tú misma y permite que el proceso de parte fluya.

La respiración es una herramienta muy poderosa, te ayuda a relajarte y a mantener la calma. Las respiraciones profundas y controladas durante las contracciones ayudan a disminuir la sensación de dolor. Puedes usar técnicas de relajación, aromaterapia, música, pelotas de parte, sacos de entonces, masajes, agua caliente mediante ducha o bañera, óxido nitroso… no todo se limita al epidural.

Tienes derecho a estar acompañada en todo momento por tu pareja o la persona de confianza que tú elijas. Podréis disfrutar juntos de uno de los momentos más importante de vuestra vida y contarás con el apoyo de alguien que te estima, que conoce tus preferencias y que puede ayudarte en el proceso de parte.

Recuerda el que movimiento y la verticalidad aceleran el proceso del parto. También será importante que mantengas una buena hidratación. Durante el parto, puedes tomar agua o bebidas isotónicas y también puedes comer alimentos ligeros y energéticos siempre que el proceso avance con normalidad.

Pregunta a tu comadrona las dudas que tengas y expresa tus inquietudes. Puedes hablar con ella sobro cualquier tema en lo referente al parto y a su progreso, así como de las curas del posparto y del bebé. Tu comadrona te acompañará durante todo el proceso y procurará darte el apoyo que necesites en cada momento.

El plan de parte es una herramienta muy útil para dar a conocer tus preferencias. Se trata de un documento escrito que puedes llenar o redactar durante el embarazo y que podrás entregar al equipo que te atienda el día del parto. En este documento puedes exponer tus preferencias sobre el parto, el acompañamiento, la monitorización, los métodos de alivio del dolor, las posiciones por la expulsiu, el libramiento de la placenta, el pinzamiento del cordón, las curas de tu bebé o las preferencias sobre el amamantamiento. Recuerda que es un plan dinámico que servirá de guía, y que se puede ir adaptando si cambias de opinión durante el proceso del parto. Te recomendamos que trabajes tu Plan de Parte también con la persona que te acompañará. Esto favorecerá que tengáis una visión conjunta del día del parto y facilita que tu acompañante sepa cómo puede ayudarte en ciertos momentos.

Recuerda que, el bebé y tú sois los protagonistas de este día. Es importante que puedas conocer tus opciones y que dispongas de toda la información para que seas tú quien tome las decisiones, con el apoyo de los profesionales que te atienen.

Confía en el equipo asistencial que te atiende y que velatorio tanto por tu salud como la de tu bebé y al mismo tiempo procurará que te sientas confortable. Confía en su experiencia y sigue sus consejos cuando sea necesario y mantengas una comunicación abierta con ellos. El trabajo en equipo y la comunicación clara son fundamentales para conseguir que sea la mejor experiencia posible.

Tanto pronto como nazca tu bebé, es importante poder colocarlo piel con piel contigo. Este contacto físico tiene múltiples beneficios por ambos: ayuda a regular la frecuencia cardíaca, la respiración y la temperatura de tu bebé, y a mantenerse tranquilo. También favorece la creación del vínculo con tu hijo y se asocia a mayores tasas de lactancia materna exitosa. La succión en el pecho de tu bebé hace segregar oxitocina, conocida como la hormona del amor. Además, esta hormona favorece la contracción uterina, disminuye el sangrado puesto-parte y promueve la sensación de bienestar y a la recuperación del parto.

Recuerda que cada parte es único, no compares tu experiencia con la otros madres porque cada parte es diferente. Está bien tener una idea de aquello que quieres pero un buen consejo es que no te cierres en banda. Deja un espacio por aquellas situaciones que pueden acontecer y que quizás no te has planteado o por aquellas que no puedes controlar. El día de tu parto puede ser maravilloso a pesar de no ser exactamente como lo habías imaginado. Disfruta del momento y celebra tu fortaleza y la de tu bebé.