Vecinos de la calle Rovira i Brusi exigen «ser escuchados». Esta pequeña calle, enclavada entre Salmerón y Prat de la Riba, en el barrio de Sant Pere de Terrassa, se encuentra en pie de guerra. Los residentes consideran que el gobierno municipal hace caso omiso a las quejas y peticiones que les han hecho llegar desde hace meses. «Nos sentimos totalmente ignorados por la administración local. Hace meses que hemos trasladado al gobierno de la ciudad nuestras propuestas y no hemos recibido respuesta», lamenta la vecina Rocío Toral en un comunicado enviado a los medios de comunicación.
Hace unos días, una representación de los residentes recibió la visita del concejal socialista Javier García -compañero de partido de Toral, actual secretaria LGTBi de la ejecutiva socialista local- a quien le dieron a conocer su listado de reivindicaciones para que la agrupación municipal las pueda trasladar en el próximo pleno municipal del mes de septiembre, la semana que viene, y de esta manera, poder obtener una respuesta que hasta ahora se les ha negado. Los vecinos reclaman, «como mínimo, ser escuchados», y esperan que sus reivindicaciones sean atendidas a corto plazo.
Limpieza y movilidad, principales problemas de la pequeña calle
Las reivindicaciones de esta calle, «una de las más pequeñas de la ciudad», son diversas, pero se agruparían en dos grandes ejes. Por un lado, habría varios temas relacionados con la limpieza. Las malas hierbas y la «suciedad constante» fruto de la falta de civismo «por falta de vigilancia» provocan malestar entre los vecinos. El otro gran problema es la movilidad, dicen, ocasionado por la carga y descarga de mercancías de un supermercado ubicado justo al extremo de la calle. «Somos conscientes de que hay cosas difíciles de solucionar, pero pedimos al Ayuntamiento que nos escuche y que haga un esfuerzo por atender nuestras peticiones», indican.