El pasado 10 de diciembre se cumplieron siete años desde que el Ayuntamiento de Terrassa asumió la gestión pública del servicio de abastecimiento de agua en la ciudad con el objetivo de defender un modelo de calidad, transparente, eficiente, participativo y social a través de la empresa municipal TAIGUA.
Desde aquel momento, comenzó una nueva etapa en la gestión del agua en Terrassa marcada por los compromisos que TAIGUA adoptó con la ciudadanía basada en la voluntad de incrementar las inversiones para renovar la red de suministro y, así, prevenir averías y reducir pérdidas; de mejorar la calidad del agua del grifo y garantizar su aceptación como agua potable; de promover políticas ambientales para favorecer el ahorro; de ampliar las políticas sociales y, también, de incorporar nuevas tecnologías para mejorar la gestión y poner a disposición de la ciudadanía información de la empresa municipal, con total transparencia y rigor.
Esta gestión pública ha integrado también una visión sostenible, ambiental y social orientada a garantizar el acceso universal al agua como bien esencial para todos. Además, se ha impulsado la participación ciudadana con la creación del Observatori de l’Aigua de Terrassa (OAT), como modelo de gobernanza que fomenta el diálogo y la implicación directa de los ciudadanos en la gestión del servicio.
Tres millones de euros para renovar la red de distribución
Durante estos siete años, pues, hemos cumplido los objetivos marcados y hemos cerrado una etapa de transición que nos ha permitido avanzar de manera significativa. Hemos logrado establecer una nueva sede social, equipada con energía renovable y nuevas tecnologías que han optimizado la gestión del ciclo integral del agua. La creación de un sistema de gestión económica y de gestión de usuarios más eficiente, así como un servicio de atención al público más ágil, ha sido posible gracias a un programa de transformación digital que ha facilitado la realización de trámites en línea con garantías de eficiencia y seguridad, gracias a la oficina virtual y a la sede electrónica propia de TAIGUA.
Además, hemos consolidado un presupuesto de 5 millones de euros anuales de inversiones para mejorar el servicio de abastecimiento de agua, de los cuales aproximadamente 3 millones se destinan a la renovación de la red de distribución. También hemos introducido cambios en la factura del agua, donde hemos ampliado los tramos de los usuarios domésticos de tres a cinco, y hemos incorporado los datos de empadronamiento para garantizar que se pague, de manera justa y equitativa, en función del número de personas empadronadas en la vivienda y del consumo de agua que realicen.
Otro aspecto que quiero destacar es la ampliación de las políticas sociales, con una especial atención a la protección de las personas en situación de vulnerabilidad con medidas que el Ayuntamiento de Terrassa incorporó en 2013. Desde ese momento y hasta ahora hemos destinado más de un millón de euros a las bonificaciones que permiten garantizar este bien esencial. Para este equipo de gobierno es un tema fundamental y, por esta razón, desde este verano está en marcha un protocolo que regula las medidas para combatir la pobreza hídrica y la vulnerabilidad económica con el objetivo de garantizar el derecho al agua a todos, sin discriminaciones, y que cuenta con la colaboración del OAT.
Hemos seguido una hoja de ruta, bien marcada y dirigida a pesar de los retos que representó afrontar situaciones tan complejas como fue la pandemia y la sequía, pero que resolvimos con eficiencia, eficacia y responsabilidad gracias al trabajo del gran equipo humano, profesional y tecnificado de TAIGUA, que nos permitió gestionar con éxito estas situaciones, manteniendo el servicio en óptimas condiciones y con la máxima responsabilidad.
A pesar de estos avances, no puedo obviar las críticas y las voces de algunos sectores que cuestionan la sostenibilidad y eficacia de nuestro modelo de gestión pública del agua, intentando desacreditar el trabajo realizado con noticias falsas y que siempre hemos desmentido con datos y argumentos demostrando que nuestra gestión es, no solo viable, sino también ejemplar. Es, en momentos como estos, donde es necesario recordar que TAIGUA es una empresa pública, con una gestión transparente que está sujeta a fiscalizaciones externas y que cuenta con un consejo de administración que vela por el buen uso de los recursos y que entiende que la ciudadanía tiene el derecho a conocer cómo se gestiona el agua y dónde se destinan los ingresos generados por la empresa municipal.
Pero, más allá de las críticas, los resultados hablan por sí solos ya que, hoy, Terrassa es el municipio más grande de Cataluña que tiene una gestión pública del agua y se ha convertido en todo un referente en el ámbito nacional, tanto por el modelo de gobernanza como por la capacidad de adaptarse a las nuevas necesidades y retos que han surgido a lo largo de los años.
Una mejora notable en la calidad del agua
Como decía, hemos cerrado la etapa de transición para iniciar en 2026 la etapa de consolidación, con el gran cambio que representa traspasar a la Generalitat la planta de Abrera que, de acuerdo con la normativa de Aigües de Catalunya, forma parte de la Xarxa Ter Llobregat. Este traspaso garantizará la continuidad y la calidad del suministro de agua a la ciudad, gracias a la inversión que el Ens d’Abastament d’Aigua Ter Llobregat (ATL) hará en esta planta por un valor de 17 millones de euros hasta 2030. Un cambio que no comportará ningún incremento en la factura, pero sí una mejora notable en la calidad del agua, gracias a los tratamientos más avanzados que eliminarán gran parte del contenido salino, mejorando así la percepción organoléptica, lo que permitirá mejorar el sabor del agua de Terrassa.
Además, este cambio supondrá un aumento de la tesorería de TAIGUA de 6,1 millones de euros, que se destinará a nuevas inversiones para renovar la red de distribución, la mejora de sistemas tecnológicos y la implantación de módulos fotovoltaicos en los recintos de los depósitos de agua de Can Boada; Can Poal y Sulleva, que representarán una mejora ambiental y sostenible de la gestión del ciclo del agua.
Paralelamente, continuaremos avanzando en el Proyecto de Transición Digital y Mejora en la Eficiencia del Ciclo del Agua (EFIAIGUA), financiado con ayudas europeas. Este proyecto, incluido en la segunda convocatoria del Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica de Digitalización del Ciclo del Agua (PERTE), tiene como objetivo digitalizar todo el ciclo integral del agua, desde el suministro hasta la depuración, mejorando la eficiencia energética y el uso responsable de los recursos hídricos. Con una subvención de 5,5 millones de euros de los 7,08 millones de euros totales, este proyecto debe finalizar en junio de 2026, con el objetivo de implantar contadores con telelectura, mejorar el control de fugas y promover el uso de agua regenerada para usos industriales y de riego.
Así, pues, iniciaremos el 2026 con una apuesta decidida por la sostenibilidad, la innovación tecnológica y la transparencia en la gestión pública del agua. Continuaremos defendiendo este modelo con la misma determinación y compromiso de siempre, ofreciendo a los terrassenses un servicio de calidad, a pesar de las críticas y los intereses que intentan desestabilizar nuestro proyecto. Porque, como concejala del Ciclo Integral del Agua, estoy orgullosa de decir que lo estamos haciendo bien y que seguiremos por el mismo camino, con responsabilidad y firmeza.
