Terrassa dignifica la despedida a los animales de compañía con un tanatorio pionero. Esta semana, en la Comisión de Bienestar Animal se ha dado a conocer cómo será uno de los grandes proyectos estrella no solo de la concejalía sino del mandato: la creación de un nuevo complejo en Funeraria Terrassa dedicado íntegramente a los animales domésticos.
Con estas instalaciones, Terrassa se convierte en una de las pocas ciudades en ofrecer este tipo de servicio, y en la primera de Cataluña en que este será municipal. «Reconocemos a los animales como parte de la sociedad y de la familia, y lo hacemos con un trato individualizado y sensible, como se hace en el tanatorio de los humanos», ha explicado a MónTerrassa el teniente de alcalde Noel Duque, quien asegura que una de las grandes particularidades es que «el personal de atención será el mismo y contará con la misma preparación -con algunas especificidades- para acompañar en el duelo a las familias».
Las entidades y asociaciones han podido conocer de primera mano cuál ha sido el proyecto ganador del concurso, presentado bajo el seudónimo de Cositerra, de la empresa vallesana ARQBAG SCCL, y el cual destaca por la proyección de un edificio «increíble, respetuoso, sereno y sostenible», ha puntualizado Duque. Para el gobierno municipal la importancia de contar con estas nuevas instalaciones va mucho más allá del hecho de tener un tanatorio, es también un elemento simbólico y lanza un mensaje poderoso a la ciudadanía: «cuando la administración es garante de los derechos y velamos para que haya facilidades, se puede requerir a la ciudadanía que tenga una tenencia más responsable».

Un edificio sostenible e integrado en el entorno natural
Cositerra parte de la confluencia de dos caminos que conviven de manera respetuosa: el de la nueva funeraria, de carácter ritual, y uno mucho más grande, a escala municipal y territorial: el Anillo Verde. Por ello, la propuesta del nuevo edificio funerario busca integrarse en este paisaje como un elemento más de la infraestructura verde territorial. La naturaleza forma parte intrínseca de este proyecto, no solo por las impresionantes vistas que ofrecerá, hacia Torrebonica y La Mola, sino también porque creará un recorrido a través de un bosque mediterráneo, donde las familias podrán transitar entre juegos de colores y hojas, y encaminarse hacia el jardín de culto, donde se realizará la ceremonia de despedida, hasta llegar al edificio donde se hará la cremación.
Por ello, el proyecto propone un edificio que no sea el protagonista, sino que se integre. Por ello, se apuesta por fragmentar el equipamiento en tres volúmenes, según las tres tipologías de usos: operacional, ritual y de atención al público. Y otro de los aspectos fundamentales será la sostenibilidad ambiental y respetuosa, prestando especial atención a la recogida de aguas, iluminación, materiales sostenibles (madera y vidrio) o tecnología responsable, hasta el punto de que se reducirá a más de la mitad las emisiones de un crematorio convencional y un ahorro energético del 85%.
Las instalaciones contarán con todo lo necesario y equivalente a lo que ya existe para los humanos. Con una recepción y vestíbulo, una sala de espera de la familia y una sala de despedida. Almacén, baños, abrevadero público, y las salas de procesado de cenizas y crematorio. Todo con el objetivo de ofrecer un servicio de calidad y sensible. Se trata de un proyecto muy bien pensado, que lleva tiempo trabajándose y que busca ofrecer «un acompañamiento integral» en el duelo de un miembro más de la familia, que hasta ahora, a menudo había quedado menospreciado o incomprendido.


