La Masia Freixa es la joya de la corona del patrimonio de Terrassa. Con permiso del Vapor Aymerich, Amat y Jover. Y ya que me pongo, de la Torre del Palau y del Castell Cartoixa. No penséis que me olvido de la Seu d’Ègara. Si lo comparamos con el fútbol, la Masia Freixa sería Messi y las Iglesias de Sant Pere, Sant Miquel y Santa Maria, Maradona. Nunca he entendido cómo alguien pone en el mismo saco a Cristiano Ronaldo. Pero eso ya son otros temas.
Vuelvo a la Masia, ahora que nos la dejan limpia y pulida como una patena. Una inversión que impresiona. Aunque necesitaba un repaso, lo que en casa se llama hacer limpieza. Su arquitectura es extraordinaria, y, a mi parecer, nada tiene que envidiar a las obras de Gaudí o de los grandes maestros modernistas. Excluyo la Sagrada Familia, obra con la que no se puede competir.
El majestuoso edificio que se alza en el Parc de Sant Jordi de Terrassa luce con sol, lluvia, nieve, viento, en verano, en otoño, en invierno, en primavera, de día, de noche, de mañana, al atardecer… Haz una foto que seguro saldrá una imagen única. No hace falta decir que la Masia me gusta. Mucho. Y la recomiendo a cualquier amigo o conocido de fuera. Si se me permite la licencia, alucino con lo que tenemos. Y la gente de fuera queda asombrada cuando ve esta joya.
Vamos allá.
¿Por qué demonios no hacemos las cosas bien hechas? ¿Qué quiero decir? Que no somos capaces de potenciar aún más nuestro patrimonio.
¿Qué pido? Un cambio urbanístico. Una actuación que permita una nueva perspectiva de la Masia desde la calle de Volta. Y eso significa replantear de arriba abajo la plaza de Freixa y Argemí. Hay que limpiarla de árboles, arbustos, plantas y flores, coches y otros trastos. Necesitamos una plaza diáfana, limpia, que nos deje disfrutar desde todos los ángulos posibles habidos y por haber. Yo incluso eliminaría las dos palmeras que enmarcan el minarete. Sin reparos.
Un inciso: evidentemente que los vecinos tendrían acceso a los aparcamientos.
Pero Freixa y Argemí debe ser una plaza de un único nivel que eleve aún más el valor de la Masia. Ahora hay demasiados elementos que nos ocultan una visión completa. Entre otros, unos contenedores que creo que de modernistas tienen poco
