MónTerrassa
ERC pide detener el parking en el Portal de Sant Roc para votar el presupuesto

El grupo municipal de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha puesto como condición para dar su voto favorable a los presupuestos de 2026 que se detenga el nuevo proyecto de aparcamiento en el Portal de Sant Roc mientras no esté finalizado el Plan de Aparcamientos de Terrassa, ya que cuestiona su realización. No solicita el abandono del proyecto, pero sí que el equipo de gobierno formado por Tot per Terrassa y Junts no ejecute en 2026 la licitación de un aparcamiento de tres plantas y 237 plazas que debe construir la empresa municipal Egarvia donde había otro aparcamiento que se cerró.

La teniente de alcalde de Servicios Generales, Laura Rivas, por su parte, considera que es posible hacer ambas cosas en paralelo mientras se redacta este Plan de Aparcamientos el año que viene. Los votos de los dos concejales de ERC, al menos su abstención, son necesarios para que el gobierno municipal en minoría pueda aprobar las cuentas de 2026 como fue el caso para las de 2025, al mismo tiempo que este equipo de gobierno negocia también con el grupo de siete concejales del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC).

«Estamos en contra de hacer un aparcamiento en el Portal de Sant Roc porque consideramos que, económicamente, es inviable y, ambientalmente, incentivaría que hubiera más tráfico en el centro», declaró a MónTerrassa el concejal de ERC Josep Forn. «Les hemos pedido que detengan el proyecto a la espera de tener el Plan de Aparcamientos», continuó explicando Forn sobre sus negociaciones con la teniente de alcalde Rivas. «Este plan debe estudiar qué es lo que necesita la ciudad para poder desincentivar el uso del coche y dar servicio a toda la ciudadanía, no solo a unos pocos comerciantes del centro o algunos residentes del entorno inmediato», justificó. «Si este plan acaba diciendo que es necesario e imprescindible tener un aparcamiento en el Portal de Sant Roc, pues lo haremos; pero puede ser que diga que hay otras prioridades antes».

El punto de vista de Rivas, artífice de los presupuestos de 2026, es diferente sobre los tiempos para cada una de las decisiones. «No es la condición de demorar la construcción, como que se justifique con el nuevo Plan de Aparcamientos que haremos próximamente», manifestó también a MónTerrassa la teniente de alcalde. «Lo que plantea ERC es que este plan justifique no solo esta necesidad de aparcamiento, sino en general los aparcamientos en toda la ciudad y, si podemos hacerlo en paralelo, nuestra propuesta irá por aquí», explicó sobre la respuesta que debe dar en pocos días a ERC, sabiendo que las cuentas del año que viene deben elevarse el próximo martes en comisión informativa para que se pueda celebrar el pleno extraordinario de presupuestos y ordenanzas el 3 de noviembre.

«El Plan de Aparcamientos nos debe permitir ver que realmente hay esta necesidad», continuó considerando la responsable de gobierno aunque recordó que aún debe hablar con el teniente de alcalde de Territorio y Vivienda, Xavier Cardona. «Y hay mucha presión a nivel de comerciantes y, por tanto, se acabará de justificar y quizás ERC verá con buenos ojos esta construcción».

Demanda de un plan de estabilidad financiera

Esta no es la única reclamación del grupo de ERC para volver a facilitar la aprobación de los presupuestos para el año próximo, después de haber estado en el gobierno hasta octubre de 2024. Los republicanos también piden un pacto para la estabilidad financiera en el momento en que el equipo de gobierno plantea aumentar las ordenanzas fiscales para 2026 en un 2,5% para compensar parte de la inflación anual. Algo que no se hizo para 2025. «Estaríamos de acuerdo con este 2,5%, pero que el año que viene no vuelva a cambiar, que sea a medio y largo plazo», precisa el concejal.

La teniente de alcalde de Servicios Generales, Laura Rivas, en la audiencia pública de los presupuestos 2026 el pasado 13 de octubre | YouTube Ayuntamiento de Terrassa

En su caso, la teniente de alcalde Rivas ofrece un pacto más global, «a cinco años para garantizar esta estabilidad financiera a todos niveles, también en recursos humanos, tecnología, ingresos y costos». Pero Forn insiste: «Nosotros quisiéramos facilitar la aprobación de los presupuestos y las ordenanzas, pero eso significa llegar a acuerdos y tener un plan que nos indique las políticas futuras». «Si el equipo de gobierno nos presenta una propuesta seria, aunque no se acepte todo, facilitaríamos su aprobación; si entendemos que no es seria o no se mueven nada, difícilmente podremos votar a favor», advierte el republicano.

A pesar de ello, Rivas se muestra confiada en el hecho de que sea ERC, sea el PSC terminen facilitando que las cuentas prosperen. «Estamos trabajando para que haya una aprobación y, si no, una abstención por parte de los dos partidos que están más alineados con nuestro presupuesto», comenta la teniente de alcalde sobre las inversiones de 15,5 millones presentadas en que se aumentan las dotaciones en mantenimiento del espacio público y vivienda, dos reivindicaciones tanto de ERC como del PSC. Las negociaciones con los socialistas duran desde el pasado julio, continuaron esta semana y debe haber todavía otro encuentro de aquí al martes. En su caso, la jefa de Junts per Terrassa, Meritxell Lluís, como parte del gobierno municipal, se muestra discreta en sus palabras: «Estamos en plenas negociaciones con los grupos de la oposición y, por tanto, somos respetuosos con el trabajo que se está haciendo».

Los socialistas dejan abierta la posibilidad de una abstención

Quien está en primera línea del PSC para llegar a un acuerdo es el concejal Javier García. «Con el análisis del actual proyecto, no contemplamos el voto a favor porque no dan respuesta a las necesidades reales de la ciudad», lamenta García que se coordina con la jefa del grupo, Eva Candela. «Pero seguiremos hablando y, si durante este proceso de negociación el gobierno asume estas prioridades y satisface nuestras demandas, podríamos llegar a la abstención», reconoce el concejal.

Ahora bien, García hace una comparación de las cuentas de 2026 con otras ciudades del entorno y de años anteriores. «Sobre todo de la última alcaldía del PSC, en 2019», incide el concejal. «Estos seis años te dan una perspectiva suficiente y llegamos a conclusiones contundentes: un gasto que se ha multiplicado de forma exponencial en sueldos de personal directivo y que, entre 2019 y 2026, se ha casi duplicado con un 95%! ¡Es un millón y medio de euros! En cambio, los gastos en servicios públicos, en mantenimiento, en el presupuesto ordinario de 2019 era superior al de estos últimos años».

En cuanto a las ordenanzas fiscales, el PSC está de acuerdo con la nueva tarifa municipal para el uso de agua, que hará pasar el costo en equipamientos municipales, especialmente los deportivos, a cargo del ayuntamiento y no de la empresa municipal Taigua. Pero el grupo discrepa de la tarifa de 14 céntimos por metro cúbico que se ha determinado, cuando solo el primer tramo para uso doméstico ya se paga a 27 céntimos. Por eso, presentarán una enmienda a las ordenanzas incrementando esta cantidad por metro cúbico para no perjudicar a la empresa municipal. «Lo que pedimos es que Taigua no tenga que asumir el consumo de esta agua en equipamientos municipales, y estaríamos alrededor de los 27 céntimos, aunque se debe afinar», avanza García.

PP y Vox, fuera de las negociaciones

Mucho más alejados de estas negociaciones, hasta el punto de que no han sido invitados, están los dos concejales del Partido Popular (PP). Su jefa, Marta Giménez, deja clara su intención. «El nuestro será un no contundente y, además, está el aumento del 2,5% de impuestos», enfatiza Giménez. «El problema es que es un presupuesto continuista y no aporta nada a la ciudad», critica la popular que recuerda que jugará las mismas cartas que el año pasado en que logró pactar alguna enmienda con la oposición para forzar modificaciones con nuevas partidas al presupuesto. «No es que no me gusten los servicios públicos, sino que el dinero se debe gestionar bien», precisa antes de recalcar, sobre la situación en la ciudad, «la degradación constante y crónica de estos últimos años».

Finalmente, la jefa de Vox, Alicia Tomás, en nombre de los tres concejales de su grupo, avanza a su vez su voto contrario porque «son unos presupuestos ideológicos». «En la primera copia que nos enviaron, se invertían más dinero en políticas de género que en políticas sociales de vivienda», carga la ultraderechista. En su opinión, «cada vez se dedican más dinero a la hucha de los servicios sociales sin ir a la raíz del problema, que es que se está acogiendo a personas con problemas socioeconómicos muy graves sin dar abasto». Y Tomás acaba reiterando que «el 50% del presupuesto se va en sueldos municipales».

La incógnita, por tanto, se mantiene con los grupos de ERC y PSC. Que se debería aclarar el próximo martes en comisión informativa de Servicios Generales, aunque se pueden seguir presentando enmiendas hasta 48 horas hábiles antes del pleno extraordinario del 3 de noviembre. En caso de no obtener la abstención de algunos de estos dos grupos, el alcalde, Jordi Ballart, se vería obligado a prorrogar los presupuestos o siempre tendría la opción de presentar una moción de confianza que, en principio, debería ganar porque no es inimaginable una coalición conjunta del resto de partidos contra él.

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