La CUP propone hacer una consulta referendante sobre que tiene que hacerse con el campo de golf de Torrebonica. Este martes, día 9 de mayo, la formación anticapitalista ha anunciado una de sus promesas estrella de cara a las municipales del 28 de mayo. En un acto que ha contado con la presencia del alcaldable Jaume Bofill, y el diputado del Parlamento de Catalunya, Dani Cornellà, se ha realizado ante las instalaciones del Real Club de Golf El Prat, con lo que se ha querido denunciar públicamente el gasto semanal que supone mantener una equipación de este tipo en la ciudad.
«En época que no hay restricciones de agua, el campo tiene un coste de 615 mil litros semanales, según los estudios hechos por Ecologistas en Acción», ha expuesto Bofill, que lo ha considerado todavía más sangriento teniendo en cuenta el momento actual de sequía. «En un momento de sequía extrema, hay que abrir un debate sobre la necesidad de mantener este gasto hídrico, por un club elitista de dos mil socios. Apostamos y animamos a la sociedad de Terrassa a hacer una consulta referendante valorando qué necesidad tiene la ciudad de mantener el actual campo de golf de Torrebonica, construido ahora hace diecinueve años con una fuerte oposición social y que siempre ha hecho todas sus actividades a las espaldas de la ciudad», dicen los cupaires.
Apuesta por el campesinado y el agua reutilizada
La CUP siempre ha sido contrario al modelo de campos de golf, sobre todo porque creen que «no es viable en zonas mediterráneas», donde el agua es escasa. Por eso, apuesta por realizar una consulta referendante a finales del año 2023, con el apoyo de la formación en el Parlamento de Catalunya, en que se dé la opción de «recuperar» los terrenos de Torrebonica. Argumentan que los terrenos donde actualmente se encuentra la instalación están calificados en el POUM de 2018 como «agrícolas», por eso apuntan que si se hace suficiente presión «de entidades sociales y vecinales, se puede conseguir llevar la consulta al Ayuntamiento».
El diputado Dani Cornella también da como argumento la necesidad de proteger «uno de los sectores fundamentales de nuestro país, la payesía», y ha lamentado que muchos gobiernos locales y la Generalitat continuan apostando por mantener unas «infraestructuras de uso privado como los campos de golf, a pesar de la situación de sequía y de cambio climático».
La agua que utiliza el campo de golf es obtenida a partir de la reutilización de aguas residuales, como así se impuso el 2004 con un cambio de normativa, después de la oposición de movimientos ecologistas justamente contra este macroproyecto. Ahora pero, creen que esta agua se puede destinar a otros fines, como por ejemplo, «usos industriales, limpieza de calles o servicios públicos como los bomberos». Además, han denunciado que tienen constancia que el 37% del agua utilizada por los campos de golf no es reutilizada, sino extraída de pozos o del agua de la red, y afirman que presentarán una moción parlamentaria para exigir que «el 100% del agua sea con agua regenerada».
Bofill ha sentenciado que la CUP apuesta para que sea al ciudadanía «quien decida directamente qué modelo de país quiere: Un modelo de país de destrucción de nuestro campesinado, de nuestros bosques o de nuestros entornos con proyectos como el Quart Cinturó o el macrocasino del Hard Rock; el modelo de país del PSC, ERC y Juntos. O si queremos un modelo que cuide del territorio y priorice los sectores esenciales por el mantenimiento de la vida, la CUP queremos hacer las cosas bien y el colectivo.»
