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De cine a discoteca, la historia del (segundo) Teatro Alegría de Terrassa

La historia del Teatro Alegría de Terrassa es muy curiosa, puesto que nació como un cine y acabó convertido en una discoteca. Para quien lo desconozca, en nuestra ciudad existían, hasta no hace tanto, dos Teatro Alegría. Uno, todavía está. El otro, cerró sus puertas a principios de la década de los setenta.

El primero nació en 1907, ubicado en la calle de Gaudí. Y es este el que sin duda la gran mayoría de terrassenses reconocerán. El segundo apareció poco después, en 1917. Y se encontraba situado en la calle de la Rasa. Ambos compartían el mismo instigador, Gaietà Galitzia. Y ambos compartían finalidad, promover una nueva arte que empezaba a llamar la atención, el cine, y del cual el terrassense fue el principal introductor en nuestra ciudad y comarca.

Según recogía el historiador Joaquim Verdaguer, la construcción del nuevo Alegría (el de la Rasa) hizo que el otro quedara en el olvido. La historia se encargaría de cambiar las preferencias, y finalmente, como podemos ver, el que ha acabado sobreviviendo ha sido el de la calle Gaudí. Pero volvamos atrás.

Cine socializado

La Alegría de la Rasa tuvo una vida convulsa, tal como nos lo explica el portal dedicado a la Memoria Histórica de Terrassa. Los primeros años transcurrieron como era de prever, con el cine y los espectáculos como protagonistas. Pero todo va cambiar con el estallido de la Guerra Civil Española. A finales de agosto de 1936, una asamblea de la CNT decidió que los 4 cines que había entonces en Terrassa pasaban a ser «socializados». Así, se expropiaban el Dorè, Recreo, Rambla y, también, el Alegría.

En este contexto, con la transformación del modelo económico, se estableció hacer una bolsa común -gobernada por la CNT- donde irían a parar todos los ingresos recogidos de los espectáculos y actos que se llevaran a cabo en las cuatro equipaciones. Este dinero servirían para pagar los sueldos de los trabajadores, del propietario del local, y del empresario, que pasó a ser reconocido como técnico de la explotación.

Cierre en 1971

Esta colectivización hizo que el Alegría perdiera una de sus artes predilectas. Porque una de las directrices impuestas era que se prohibía que en las salas consideradas «neutras» -también la del Retiro- se hicieran obras de teatro. Este privilegio solo lo tendría el Principal o Teatro del Pueblo. Aun así, durante los tres años que duró la Guerra, el Alegría acogió proyección de películas pero también conferencias, conciertos y fue escenario de mítines -de todos los colores-. Incluso, puntualmente también acogió refugiados.

El teatro-cine Alegría continuó su actividad hasta el año 1971. Hasta entonces acogió todo tipo de espectáculos y se hizo un nombre entre los terrassenses. Con la bajada de persiana la equipación quedó totalmente reconvertido. Por alí han pasado varios servicios, los más destacados, un gimnasio y una discoteca. Actualmente, tan solo se conserva la parte superior de la fachada, con la lucerna todavía presente, el resto se ha adaptado a los nuevos usos.

La fachada del teatro Alegría. Al fondo se llega a ver la casa del propietario. Autor Carles Duran. Font AMAT

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