Terrassa tendrá diez instalaciones fotovoltaicas municipales más en 2025. El gobierno municipal ha anunciado que en los próximos meses hay cuatro proyectos en marcha para ampliar la capacidad de autoconsumo de equipamientos de titularidad pública. Así, se instalarán placas solares en las cubiertas de los depósitos de Can Boada y Can Poal, que gestiona la empresa municipal TAIGUA; en el nuevo edificio de Eco-Equip, situado en la calle de Esla; y en la ampliación de la actual fotovoltaica del punto limpio de Can Casanovas, situado en la carretera de Rubí, con una potencia total de 0,6 MW de energía.
A estos cuatro se deben sumar seis proyectos más que ya están ejecutados pero que están pendientes de ser legalizados, ya que todavía falta recibir el visto bueno del Registro de Autoconsumo de Cataluña, dependiente de la Generalitat. Sin este trámite, no se pueden conectar a la red eléctrica y no se pueden compensar económicamente los excedentes. Estamos hablando de las instalaciones ubicadas en los polideportivos de La Maurina, Can Parellada y Sant Llorenç, en el Archivo Histórico Comarcal, en el Parque de la República y en el Edificio Pantà. En total, pues, habrá 33 instalaciones municipales que se alimenten con placas solares.
Actualmente, Terrassa tiene 3.500 módulos instalados en 29 edificios municipales (escuelas, centros cívicos, edificios de oficinas, vivienda pública, etcétera) que representan un 1,57 MW de potencia. Esto permite que, cada año, generen una energía de 2.166 MWh, que se distribuye entre los 48 edificios que están conectados a estas instalaciones, lo que les permite ahorrar en el coste de la energía y, también, reducir las emisiones de CO2 en 522 toneladas. Una producción de energía que, además, sería asimilable al consumo de electricidad que harían 620 familias en un año o bien el equivalente a la cantidad de kg de CO2 que absorben durante un año unos 26.100 árboles.
La tercera ciudad catalana con más placas solares
No obstante, el gran volumen de instalaciones que hay en Terrassa pertenecen a particulares. Según datos del Observatorio del Autoconsumo de Cataluña, que corresponden a junio de 2024, en la ciudad tenemos 1.744 instalaciones fotovoltaicas, lo que supondría un 2% de los hogares actuales. Una cifra que nos sitúa como la tercera ciudad catalana, solo por detrás de Barcelona y Sant Cugat del Vallès. Un 74% de los módulos de autoconsumo tiene una potencia igual o inferior a 5 kW y, solo un 1,3%, superan los 100 kW.
Para la Teniente de Alcalde de Transición Ecológica, Patricia Reche, “la apuesta del equipo de gobierno es defender un modelo basado en la producción de energías renovables propias, distribuidas y cercanas a los puntos de consumo. Los datos son positivos, pero debemos seguir trabajando en esta línea. Los consumos colectivos son una buena oportunidad para que familias y empresas puedan hacer autoconsumo. La transición energética necesita la implicación de todos y desde el Ayuntamiento ofrecemos todo tipo de asesoramiento e información para hacerlo posible».
En este sentido, el Ayuntamiento dispone de un servicio de información y asesoramiento a todos los que quieran participar en comunidades energéticas y autoconsumos a distancia, y promueve el alquiler de cubiertas y las instalaciones FV con bonificaciones del IBI y apoyo técnico y jurídico.



