Punto final para una joyería histórica de Ca n’Anglada de Terrassa. Esta semana, el barrio ha dicho adiós con una gran fiesta de despedida a los propietarios de la Joyería Sanyla, establecimiento ubicado en la calle de Sant Damià, número 183. Antonio y María José se jubilan y la emblemática tienda baja la persiana.
El acto de celebración contó con la presencia del alcalde Jordi Ballart, quien agradeció el trabajo realizado durante estos 40 años y su compromiso con el comercio de proximidad, y recordó que el local «lo han levantado trabajando duro y con mucho amor». Fueron muchos los vecinos y amigos que se acercaron para felicitarlos y desearles mucha suerte en esta nueva etapa vital, así como las redes se han llenado de mensajes de gratitud y buenos augurios.
«Se me hará extraño no entrar a veros en la tienda»
Una de las hijas, Vanesa, quiso agradecer el trabajo realizado por sus padres, con un emotivo escrito a través de las redes sociales, que dice así: «El ‘jefe y la jefa’ se prejubilan y cierran la Joyería. Ojalá les hayamos demostrado cuánto la familia los quiere, cómo los apoyan los amigos y cuánto los extrañarán los vecinos. Se me hará extraño no entrar a veros en la tienda, no poder ‘saquearos’ unos pendientes o un reloj, no poder enviaros un paquete de Amazon o pediros que me cambiéis una pila. Me quedo para mí con todos los recuerdos vividos. La Joyería siempre me llevará a la infancia, a mis abuelos y a vosotros. Ahora toca vivir la vida y hacer lo que mejor saben hacer: ser abuelos. Se lo han ganado. No conozco a nadie más trabajador que vosotros».
Este mes de enero también diremos adiós a otra joyería histórica de la ciudad: Bruixeries. El Centro se quedará sin un establecimiento que llevaba más de cuatro décadas prestando servicio, primero en un pequeño local de la calle de la Rutlla y, más tarde, desde la calle de Sant Pere.