CCOO ha denunciado que el gerente de Taigua realizó «amenazas» a miembros de la mesa electoral sindical y lo acusa de «falta de transparencia». El sindicato ha emitido un duro comunicado este jueves 19 de diciembre en el que manifiestan su malestar por la situación actual de la empresa pública municipal y la degradación que ha sufrido la plantilla a lo largo de estos seis años de subrogación.
«La subrogación a una empresa pública creó buenas expectativas en la plantilla, sobre todo por los primeros pactos de adecuación de las condiciones laborales firmados con el ayuntamiento justo antes de la reversión. Pero las expectativas se han ido disolviendo durante estos seis años, sobre todo entre la plantilla que gestiona el agua en alta desde la central elevadora de Abrera (más del 20 % de los trabajadores y trabajadoras de Taigua)», subrayan.
En este sentido consideran que la plantilla ha ido perdiendo la confianza y «el sentido de pertenencia» debido a diversos factores. Entre estos, indican, están «la falta de formación, la poca voluntad en la prevención de riesgos laborales, la dejadez en la incorporación de recursos humanos, la desinversión en infraestructuras del centro de trabajo, y la falta de comunicación, transparencia y negociación clara y honesta con la representación sindical».
Traspaso de la gestión a ATL del agua en alta
No obstante, aseguran que en las últimas semanas se han producido dos hechos que han motivado que CCOO haya decidido plantarse y hacer este comunicado y denuncia pública. En primer lugar, afirman que el sindicato ha tenido que recurrir a la dirección de ATL (Ens d’Abastament d’Aigua Ter-Llobregat) para «enterarse de la negociación que se está llevando para traspasar la gestión del agua en alta de Taigua a ATL». Señalan que la plantilla y la representación del personal de Abrera han pedido explicaciones «por la falta de transparencia en un cambio sustancial que está previsto para principios de 2025».
En segundo lugar, en las elecciones sindicales del día 27 de noviembre, denuncian que «el gerente envió un escrito a los integrantes de la mesa electoral, trabajadores de Abrera, amenazándolos con sanciones laborales y acciones penales, si hacían caso a una reclamación electoral de CCOO». Esto ha sido «la gota que ha colmado el vaso» y por este motivo piden al Ayuntamiento de Terrassa, titular de la empresa, que «tome medidas de la misma manera que se haría con cualquier otra persona trabajadora de la empresa, que si no fuera el gerente habría merecido una sanción dura o, incluso, el despido directo».