La piscina municipal de Vallparadís todavía está pendiente de saber cuál es el alcance del escape. Esta semana, el gobierno municipal ha explicado en las comisiones informativas previas al Pleno de abril en qué situación se encuentra esta equipación. Quedan poco más de dos meses para que empiece la temporada de baño y todavía hay muchas incógnitas pendientes de resolver.
De entrada, uno de los principales problemas que hay es detectar los escapes y desperfectos. Se tiene conocimiento de pérdida de agua, pero todavía no se ha podido hacer el informe técnico que indique exactamente donde y qué. La regidora de Deportes, Sarai Gascón, ha explicado que ante la situación particular de Vallparadís se ha movido ficha para avanzar la contratación del servicio de limpieza -que normalmente se hace por finales de junio-. Esta semana ya se adjudicará el servicio y se espera que en 7-10 días la piscina quede totalmente vacía, paso necesario para hacer la inspección visual de Patrimonio para comprobar el estado del vaso.
El Ayuntamiento trabaja para que la piscina pueda abrir en verano. Pero, por ahora, no deja de ser un misterio porque hace falta encara elaborar el Plan de reforma integral que ponga al día la instalación. Sin un calendario todavía concretado, sí que el servicio ha decidido tomar la decisión de desatar Vallparadís del resto de piscinas municipales en el servicio de limpieza. «No nos podíamos esperar, tenemos que ver el alcance del escape y como la podemos arreglar si queremos poder abrir en verano», han recalcado.
Se tenía que hacer ya, incluso sin saber cuál sería la posición del Gobierno de la Generalitat respecto a las piscinas municipales en estado de emergencia por sequía. Y este es el segundo punto que hay pendiente de resolverse. Este miércoles, día 17 de abril, el Gobierno anunció un Decreto en que se permitiría llenar las piscinas públicas siempre que se consideraran «refugios climáticos». Aun así, desde el gobierno municipal afirman que hasta que no se publique oficialmente y se puedan ver como se concreta y qué requisitos se piden, no podrán saber «el que tenemos que hacer para ser refugio climático».
Las piscinas municipales como refugios climáticos
Que Vallparadís sea un «refugio climático», sin embargo, es la única vía posible para tener permiso para rellenarla, puesto que estará completamente vacía. Sin este condicionante no podrá abrir ni ofrecer servicio. En su momento se dijo que se intentaría reaprovechar el agua desalojada y combinar el agua de la red pública con el uso de aguas freáticas.
El Decreto también afecta el resto de piscinas municipales, a pesar de que lo hace en grado más bajo. La mayoría han conservado prácticamente toda el agua o de manera parcial. Eso sí, desde el gobierno recuerdan que «a lo largo de los meses de apertura, hay un porcentaje de agua que por temas sanitarios y de control y evaporación se tiene que ir rellenando. Será, pues, en función del decreto y como se detalle, que podremos decidir que basura». Así pues, para poder prestar un servicio completo también habría que categorizarlas como «refugio climático».