Xavier Adell Salvatella (Terrassa, 1961) fue reelegido como Presidente de la Federació Catalana de Hockey el pasado 2 de mayo y cumplirá así su tercer mandato al frente de la entidad. Desde 2017, ha liderado una profunda transformación del ente federativo, apostando por la innovación, la inclusión y la expansión territorial, pero, según explica, no se puede morir de éxito, y quedan muchas cosas por hacer. Ahora, con cuatro años más por delante, quiere consolidar los proyectos iniciados y continuar haciendo crecer el hockey en todo el país.
En este sentido, Xavi Adell, repasa con Món Terrassa, los logros de los últimos ocho años, los nuevos retos del mandato que comienza ahora y también reflexiona sobre el papel de Terrassa con el hockey y sobre el Museo que está a punto de abrir en la ciudad.

¿Cómo afronta este tercer mandato al frente de la Federación?
Con ganas, energía y responsabilidad. Recibir el apoyo unánime de todos los clubes catalanes es un impulso muy grande. Te hace sentir que el camino ha valido la pena y que tenemos la fuerza para continuar construyendo.
Los últimos ocho años han estado llenos de obstáculos…
Sí, hemos vivido de todo. Primero coincidimos con el proceso político de 2017, luego con la pandemia, y finalmente, con la sequía. Son cosas que nos han afectado como sociedad y, evidentemente, como Federación. A pesar de eso, hemos sabido salir adelante y con buenos resultados a todos los niveles, y eso es lo que destaco.
¿Cuáles han sido los principales logros de estos dos mandatos?
Para mí hay tres ejes importantes, que son la digitalización de la Federación y de todos los procesos burocráticos, el crecimiento del hockey en Cataluña y el desarrollo del talento. Hemos pasado del papel a herramientas digitales, aplicaciones, cámaras, y hemos hecho todo lo necesario para modernizar el funcionamiento de la entidad. Además, hemos crecido en número de clubes y licencias, llegando a lugares como Tarragona, Girona, Sitges, Valldoreix o Vacarisses. Y hemos conseguido un hito histórico del cual estoy muy orgulloso, que es que el hockey tenga, por primera vez, becas de alto rendimiento en el CAR de Sant Cugat.
La base también ha crecido mucho…
Sí. Lo que hablaba del talento. Antes solo teníamos las selecciones del Arco, y históricamente, siempre teníamos la sub-16 y la sub-18. Ahora ya trabajamos con sub-14, sub-16, sub-18 y estamos consolidando la sub-21. El cambio interno ha sido muy grande, porque todas estas categorías, a la vez, mueven muchos entrenadores, jugadores, equipos, material… y todo eso necesita espacios y estructura.
Entonces, ¿cuál es el gran reto de estos cuatro años que comienzan ahora?
Consolidar todo este crecimiento. No podemos morir de éxito. Hay que asegurar que lo que hemos creado, toda esta estructura, sea sólida, autónoma, sostenible y con futuro. Por lo tanto, uno de los grandes servicios que queremos hacer es conseguir una nueva sede para la Federación, que agrupe oficinas, almacenes, salas de reuniones y el futuro museo. Ahora mismo, la Federació Catalana tiene las oficinas en Rambla de Catalunya número 5, un espacio emblemático, pero que ya no responde a las necesidades actuales. Con todo el crecimiento deportivo y logístico que hemos experimentado, este local se ha quedado pequeño.
¿Cómo se hará todo esto?
Este es un proyecto que abordaremos de manera conjunta con todo el sector. La federación liderará el proyecto, pero deberán estar implicados los clubes y el conjunto del hockey catalán. Es una decisión que nos marcará durante años.

Hablemos ahora del Museo interactivo del hockey que se está haciendo en Terrassa, en la Casa de l’Esport, y que abrirá en pocas semanas. ¿Cómo ve el proyecto?
La idea inicial era muy potente. El proyecto de Hockey por Terrassa, que debía ser interactivo, era realmente brillante. Pero por motivos económicos y de viabilidad, supongo, se ha acabado convirtiendo en algo diferente. Seguro que quedará muy digno, y será sostenible, pero no es exactamente lo que algunos teníamos en mente. Yo creo que se ha quedado a medio camino.
¿La Federación ha tenido algún papel?
Formalmente no. El proyecto es de Hockey por Terrassa. Nuestro papel ha sido de apoyo y de sumar. Pero sí que pienso que, por estructura y sentido común, la Federación debería acabar teniendo un papel activo para garantizar la conservación y proyección del legado.
¿Cómo ve el momento deportivo del hockey catalán?
Excelente. La Final Four en el campo del Martí Colomer fue un éxito. El Atlètic llegó a dos finales, el Castelldefels ha subido, el Polo ganó, el Egara femenino venció en la Copa de la Reina… Además, me gustaría destacar que a nivel femenino, tenemos más licencias que nunca, y muchas más chicas que practican este deporte. El nivel es muy alto.
¿Y el de Terrassa concretamente?
Fantástico también. Lo que te decía, el Club Egara femenino se ha llevado la Copa de la Reina, el Atlètic ha estado en las dos finales de Liga y, además, las finales se han disputado en Terrassa. Ahora mismo, estoy muy contento del potencial que tenemos.
¿Terrassa tiene suficiente reconocimiento como ciudad del hockey?
Sí que lo tiene. A nivel mundial, si se piensa en hockey, se piensa en Terrassa. Tenemos una gran tradición, pero creo que como ciudad podríamos hacer aún más. Hay que recordar que los Juegos del 92 vinieron a Terrassa gracias al hockey. Pero hoy en día no tenemos un estadio de referencia para acoger competiciones internacionales y hemos perdido campos que había. De hecho, el hockey se disputó en el Olímpic, que ahora es de fútbol. Me sabría mal que no supiéramos conservar y hacer crecer este legado.
¿Qué líneas de trabajo tienen en la Federación con los clubes de Terrassa?
No podemos dar subvenciones directas, pero trabajamos para abrir puertas a ayudas públicas. Y a nivel de promoción, estamos muy activos con escuelas, consejos deportivos, colectivos vulnerables… Hemos puesto el hockey en lugares donde antes no llegaba. Este es un trabajo de fondo que dará frutos.
Y cuando termine este tercer mandato… ¿cómo le gustaría ser recordado?
Como alguien que supo liderar un equipo que modernizó el hockey catalán y llevó el alto rendimiento con el CAR de Sant Cugat. Dejaremos una Federación con una proyección de futuro potente. Sin embargo, yo soy un hombre sencillo y de hockey. No quiero que se recuerde a un presidente, quiero que se recuerde a una Junta. Una Junta que puso el hockey en la rampa de salida para una proyección fuerte e ilusionante. Para mí, ese es el mayor éxito.

