Antonio Linares, exentrenador y exjugador del Terrassa de fútbol, ha muerto. Tenía 77 años y era uno de los directores técnicos más recordados del club egarense, y se puede hablar de una de las leyendas del banquillo rojo. Nació en Galicia, en A Corunya, un 22 de enero del año 1946, y empezó a jugar a fútbol eln1960, como se explica en la web del club rojo, en el colegio salesiano de su ciudad.
Jugó en equipos de la segunda y de la tercera división
Pasó por el Fabril Deportivo, Ponferradina y Rácing de Santander-donde coincidió con Santillana-, y se movió entre la segunda y la tercera división. En el Terrassa FC se pasó un año y sufrió una de las peores lesiones para un futbolista, la rotura de ligamentos. Su trayectoria en los campos continuó por Tortosa y Villena (Alicante). Después dijo adiós al fútbol profesional a pesar de que acabó pasando por Gramenet, Santpedor y Navarcles. A los 38 años se retiró definitivamente. Una de sus grandes virtudes era la capacidad goleadora, que hizo patente por todas partes donde pasó. Tenía el gol en la sangre. Un buen «killer» del área diríamos ahora.
Él era el entrenador hace 37 años, cuando el Terrassa FC eliminó en una eliminatoria de copa la Espanyol de Javier Clemente en el banquillo, y con jugadores como N’Kono, Valverde, Lauridsen, Márquez. Fue un 1 de octubre. También fue artífice del ascenso a Segunda B.
Además de dirigir al Terrassa FC durante seis años, el club de la ciudad donde se se estableció, fue el responsable del Gramenet, Huerta, Manresa, Bellavista de Granollers y Olesa, que subió por primera vez a su historia a la Tercera División.
Se lo podía ver a menudo por el Centro de la ciudad, la plaza Vieja, calle Quemada y arrabal de Montserrat.
