Lamine Yamal es un nombre que hace cuatro días no conocía nadie. Ni la mayor parte de gente que sigue el fútbol, ni el 99 por ciento de los periodistas. Y hoy es una de las grandes estrellas emergentes en el panorama mundial. Ha aparecido como una seta de la nada y ya es una estrella que aparece en las portadas de los grandes diarios. Lamine Yamal es un niño de solo 16 años acabados de cumplir, que todavía lleva brackets para arreglarse los dientes (Esplugues de Llobregat, 13 de julio de 2007, a pesar de que también ha vivido en Granollers y Mataró).
Un estudiante de ESO
Un chico por edad -estudiante de tercero de ESO-, un hombre maduro jugando a fútbol que ha demostrado que nada le da miedo. Y bastante alto, 1,80 metros. Si ya es uno de los imprescindibles para el Barça de Xavi Hernández, todo apunta al hecho que piensa lo mismo el entrenador de la selección española, Luis de la Fuente, que este martes 12 de septiembre lo ha hecho debutar con la absoluta, ante Chipre. Se ha saltado pasos y ha hecho directamente el salto. En el primer partido de titular puso de pie el estadio de Los Cármenes de Granada y fue despedido con una fuerte ovación cuando fue subtituido en el minuto 60 de partido, cuando las fuerzas ya empezaban a flaquear.
Hasta entonces mostró un repertorio inacabable de juegos de magia en el campo, llevando de cabeza a toda la defensa chipriota. Él y Nico Williams, dos jóvenes, fueron los mejores. Dos estiletes por las bandas. Lamine, imparable, fino, elegante, y consciente de qué tenía que hacer en cada momento. Ya lo repite Xavi, lee perfectamente si tiene que correr, encarar, pasar la pelota adelante o atrás. Es un privilegiado de 16 años que ha llegado arriba incluso antes de que el grande Leo Messi.
Tocado por una varita
Quizás es pronto por habla del sucesor del mejor jugador de la historia, pero Lamine parece tocado por una varita. Y todo el mundo que tiene a su lado intenta aparcar el optimismo, destacar que tiene mucho campo por delante y mucho para aprender y evolucionar. Aun así, tiene cosas que lo hacen especial. El martes en Los Cármenes intentó un gol olímpico, los compañeros, muchos de los cuales le doblan la edad, lo buscaban, en alguna jugada se dribló a dos y tres jugadores rivales, y si no marcó un gol de bandera desde fuera del área es porque se topó con el palo de la portería.
De padre marroquí y madre de Guinea Ecuatorial, nació en Catalunya y habla catalán, y se ha convertido en la gran esperanza azulgrana. Llegó al FC Barcelona con 7 años procedente de un equipo anónimo como es La Torreta, club de la capital del Vallès Oriental.
Este sábado, contra el Betis, habrá que ver si Xavi apuesta por él como titular a la banda, o si lo deja inicialmente al banquillo después del esfuerzo con la selección. Ahora siempre se genera el dubt de si es mejor ponerlo de inicio o tenerlo en la reserva si el partido no va bien y hace falta un desatascador que aproveche que los contrarios ya tienen muchos kilómetros en las piernas y están cansados.