Algunos jugadores del Terrassa FC vivieron ayer miércoles una experiencia que dejó imágenes muy curiosas. En el marco de la Semana del Grupo Social ONCE en Cataluña, los futbolistas experimentaron cómo viven el fútbol las personas con discapacidad visual en una sesión de fútbol a ciegas. Una iniciativa que forma parte del programa de actividades que la ONCE organiza en todo el territorio catalán para sensibilizar sobre la discapacidad visual y promover entornos inclusivos.
La actividad, que tuvo lugar en el Estadio Olímpico de Terrassa, contó con la participación de Marcos Pérez, Gil Muntadas y Aythami Perera, quienes se sometieron a varios ejercicios con los ojos completamente tapados. Guiados por profesionales del fútbol adaptado, se pusieron en la piel de las personas con ceguera o baja visión que practican el fútbol-5, una disciplina paralímpica también conocida como blind football.
Con la ayuda de Xavi González, seleccionador español de fútbol para ciegos, los jugadores realizaron carreras, pases, controles y penaltis, utilizando balones especiales con cascabeles y gafas de simulación para diferentes niveles de discapacidad visual. También contaron con el acompañamiento de José Juan Rodríguez, director de la ONCE en Terrassa, y de afiliados de la entidad.
Los futbolistas del Terrassa FC se ponen en la piel de personas con discapacidad visual
Durante la sesión, los futbolistas del Terrassa FC experimentaron de primera mano las dificultades de moverse y competir sin referencias visuales. Todo un reto, incluso para profesionales del fútbol. “Ha sido una experiencia muy intensa. Te sientes totalmente desorientado y tienes que confiar completamente en la voz que te guía”, explicaba Aythami. “Hay momentos en que sientes vértigo, como si no supieras hacia dónde ir”.
Marcos Pérez, por su parte, destacaba la complejidad de cada gesto: “Dar un pase o controlar el balón sin ver es realmente difícil. Te das cuenta del gran trabajo que hacen los deportistas ciegos”. Gil Muntadas, que fue el primero en hacer los ejercicios, también subrayaba la importancia de actividades como esta para entender mejor la realidad de este colectivo: “Es una manera de conectar con una realidad que a menudo desconocemos. Jugar a ciegas te hace ver cómo cambia todo”.
De hecho, el fútbol para ciegos cuenta con reglas específicas: silencio absoluto en el pabellón, avisos verbales obligatorios antes de cualquier acción para evitar lesiones, y una distribución del campo en zonas con personas que orientan a los jugadores. Durante el entrenamiento, los jugadores del Terrassa siguieron estas pautas, guiados por técnicos y asistentes que velaban por su seguridad y orientación.
