El árbitro del Terrassa FC denuncia haber sufrido insultos, golpes y escupitajos. El Comité Técnico de Árbitros (CTA) de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha informado este lunes del supuesto episodio de violencia que sufrió el colegiado Pablo Monterrubio Torres, una vez finalizó el partido entre el Terrassa FC y el CF Badalona Futuro, correspondiendo al grupo III de Segunda RFEF.
Afirma el trío arbitral que sufrió graves insultos cuando se dirigían hacia su vehículo al salir del Estadio Olímpic de Terrassa. El árbitro asegura en el atestado que abandonaron el recinto entre golpes, puñetazos y escupitajos. «Sois unos hijos de puta, sois unos mierdas, sois unos sinvergüenzas, ahora tendréis que dar la cara, os mataremos», dicen que tuvieron que escuchar.
«Tememos por nuestra integridad física atendida la violencia y la actitud que los agresores tuvieron contra nosotros. Cuando arrancamos el vehículo, una muchedumbre de personas se lanzó contra el coche y empezaron a clavar patadas y puñetazos de forma muy violenta por todas partes. Incluso, intentaron abrir el vehículo por la puerta del copiloto y la puerta del maletero», relata Monterrubio en el acta la cual ha sido hecha publica este lunes a través de la página web del mismo Comité.
El colegiado asegura haber sido agredido y amenazado por un grupo de seguidores
Según el acta, el incidente contó con varios testigos, entre los cuales habría «el delegado del campo y delegado del equipo, el encargado de protocolo del Terrassa FC, varios forofos y medios de comunicación». El vehículo estaba estacionado en la puerta de acceso en la Zona VIP del Estadio, en la vía pública, y el trío arbitral fue acompañado por los dos responsables del club terrassense. Subrayan que el aparcamiento que la entidad los facilitó «no estaba perimetralmente protegido, ni con vallas».
Fue entonces cuando observaron un grupo de 6-8 personas que se encontraban profiriendo insultos al autobús del conjunto visitante. Cuando vieron que se aproximaba la tripleta arbitral los insultos cambiaron de destinatario. «Se taparon la cabeza con capuchas y se tapaban el rostro con las chaquetas y las manos, en una actitud agresiva y peligrosa, empezando a temer por nuestra integridad», relata. Intervino una de las personas del club, intentando poner paz, pero no lo consiguió.
«Empezaron a clavar golpes de pie, salivazos, nos insultaban y empezaron a golpear el vehículo», dice. Con la ayuda del personal del club entraron dentro e intentaron arrancar, pero se encontraron la multitud violentando el coche. Para salir de allí, afirma, tuvieron que ir en dirección contraria. El árbitro ha presentado un atestado de daños del vehículo en el cual se pueden apreciar todo de chichones, la chapa hundida y un retrovisor afectado.
Subrayan que con conversación telefónica se intentó identificar los presuntos agresores, y también aportar testigos. Lamentan que en ningún momento se personara la policía a ayudarlos. Por todo ello, han presentado denuncia a la Policía Nacional de Zaragoza.
