En días dónde todo el mundo habla de Lamine Yamal, quizás es bueno recordar algunas de las grandes promesas que han pasado por el fútbol baso del Barça y que han fracasado-o los han echado- y han tenido que enfocar su carrera futbolística hacia equipos menores. La lista es bastante larga. Quizás no han fracasado en el sentido amplio del término, pero no han sido piezas importantes en el primer equipo azulgrana.
Quizás el nombre que más sobresale es el de Bojan Krkic, el chico de Linyola. Y también en épocas más recientes, Riqui Puig. En las categorías inferiores del FC Barcelona se hizo un hartón de marcar goles. Pero tenemos otros: Nico González; Gay Assulin; Ilaix Moriba; Alen Halilovic; Gerard Delofeu; Adama Traoré; Isaac Cuenca; Yusuf Demir; Cristian Tello; Xavi Simons; Hector Bellerín; Riqui Puig; Sergi Sàmper; Jefren Suárez; Giovanni Do Santos; Martín Montoya; Munir; Carles Alenyà; Xavi Simons….
Destinado a marcar una época
Bojan Krkic estaba destinado a marcar una época. E hizo un par de grandes temporadas en el primer equipo, pasando por delante de Slatan Ibrahimovic. Pero poco a poco se fue fundiendo y lo suflé deshinchando. Era demasiado joven y la presión pudo con él.
Riqui Puig, el de Matadepera, es una de las últimas joyas que ha desaparecido del mapa. Ahora es feliz en una liga menor como la americana en las filas de Los Angeles Galaxy. Una retirada del fútbol de élite con solo 23 años.
Nico González, el hijo del mítico Fran del Súper Depor, pintaba muy bien, y se le veía como el sucesor de Sergio Busquets. Jugó, pero Xavi no quedó convencido y ha fichado por el Oporto. Nunca se sabe si es uno de los que puede volver y triunfar. Sergi Sàmper era la otra gran esperanza para ocupar el espacio del de Badia. Las lesiones han marcado su carrera. El canario Jefren ocupa un lugar en la historia, y es que fue el autor del 5 a 0 en un Barça-Madrid.
El jugador de Israel
Gay Assulin tenía un origen extraño, Israel. Era el nuevo Messi (como otros muchos) y solo jugó 56 minutos en el primer equipo. Ha pasado por equipos españoles, ingleses de segunda fila e italianos de categorías inferiores.
Ilaix Moriba puso por delante el dinero. Y se equivocó. Hizo una entrada triunfal en el Barça de Koemann, y se confiaba, pero se deslumbró con el dinero y se fue al Leipzig, donde pasa con más pena que gloria, el mismo que pasó la temporada que estuvo cedido en el València -medio año-.
El croata Alen Halilovic deslumbraba en las categorías inferiores. Era otro futuro Messi. Su técnica era depurada, y muy fino, y se asemejaba en algunas cosas a Robert Prosinecki.
Un caso aparte, o no, es el de Gerard Delofeu. Algunos lo veían como un clon de Messi y Cristiano Ronaldo. Era bueno, a ratos, capaz de desaparecer o de hacer una jugada mágica. Y polémico. Por lo cual desapareció del mapa. Everton, Sevilla, Milan, Watford y Udinese han sido sus destinos.
Adama Traoré no fue exactamente un fracaso. Jugó en el Wolwes de la Premier, volvió al Barça ya con Xavi, pero no se quedó, a pesar de que no se puede decir que su rendimiento fuera bajo. En este caso, él es potencia, músculo y velocidad.
Xavi Simons -el catalán-holandés- no quiso esperar y se fue al PSG, y ahora al PSV Eindhoven. No ha triunfado en el Barça a pesar de que sí que es un jugador valorado en el mundo del fútbol.
Isaac Cuenca ya desde un primer momento se vio que no tenía nivel Barça. Oportunidades tuvo algunas, pero lo echaron porque nunca dio resultado.
Yusuf Demir llegó cedido para jugar con el filial azulgrana. Su juego sorprendió y se lo incorporó a la dinámica del primer equipo. Tuvo pocos minutos y el club pensó que ficharlo definitivamente era demasiado caro.
El de las roscas
Cristian Tello era un extremo rápido y goleador, experto en roscas. Desgraciadamente, no explotó. Hector Bellerín era el sueño de tener por fin un lateral derecho de la casa fiable. Marchó y la volvió, pero fue un año con más pena que gloria, y se lo ha dejado marchar otra vez. Una situación muy parecida fue la de Martín Montoya. Encontrar fiabilidad en los laterales siempre ha sido un dolor de cabeza en un equipo donde estos jugadores tienen que hacer mucho más que defender.
Giovani dos Santos, mexicano, internacional por su país. No triunfó, a pesar de que si se pregunta alguien dirá que se tuvo poca paciencia. Carles Alenyà juega ahora en el Getafe y ha pasado de ser un jugador técnico a un destraler más del equipo de Bordalás.