Nuestra ciudad está llena de historias de superación. De personas que, a pesar de las adversidades, logran grandes hazañas y rompen barreras. Uno de estos ejemplos es Alex Pardo Espinosa. Este vecino de Terrassa sufrió un accidente de motocicleta en el año 2015, el cual lo dejó en silla de ruedas. A pesar de esto, él nunca olvidó su pasión por el motor y, 9 años más tarde, decidió volver a subirse a una moto. Su perseverancia lo ha llevado, recientemente, a competir en el Campeonato Nacional Bridgestone Handy Cup y, a falta de dos carreras, está a las puertas de convertirse en subcampeón de España. Para conocer más sobre su historia y sus objetivos futuros, Món Terrassa ha hablado con él.
¿De dónde viene su pasión por las motos?
Desde niño ya me gustaban las motos. Me han contado que era pequeño y ya me fijaba en las motos. Después, con 10 años, mis padres tenían una casa en Manresa y mi padre me compró una moto de gasolina para moverme por la urbanización. Luego descubrí el motocross y me aficioné. Por lo tanto, siempre me han gustado, es algo que llevo dentro. El mundo de la gasolina siempre me ha llamado mucho la atención.
En el año 2015 sufrió un accidente que le cambió la vida. ¿Cómo fue?
Tuve el accidente el 2 de agosto de 2015, cuando tenía 23 años. Iba en moto por la urbanización. Iba muy rápido, pero por mi carril, y me encontré con otro vehículo en mi carril. Quise esquivarlo y me di a 100 kilómetros por hora contra un poste de luz. Esa persona se dio a la fuga y me dejó allí tirado. Yo sabía que me estaba muriendo, porque, al colisionar, se me movieron todos los órganos internos. No podía respirar. Tuve la suerte de que, unos 20 minutos más tarde, me encontró un hombre que estaba paseando por allí. A causa de esto, me quedó una lesión completa en el dorsal 2-3 y no puedo ni mover ni siento nada desde los pezones hacia abajo.
«El mundo de la gasolina siempre me ha llamado mucho la atención»

Después del accidente, estuvo unos 9 años sin tocar una moto. ¿Lo hizo por miedo después de lo que pasó?
No. Incluso después del accidente, nunca he tenido miedo a las motos. Lo hice por respeto a mis padres, para no preocuparlos. Piensa que, lo primero que intenté hacer cuando estaba en el hospital fue mover los pies para ver si podía frenar o cambiar de marcha en una moto. La pasión por las motos nunca la perdí, pero para mis padres lo era todo y no quería preocuparlos. Después de morir mi padre, mi madre me dijo que, si me pasaba algo a mí, ella no lo podría afrontar. Por lo tanto, me estuve controlando las ganas de subirme a una moto durante muchos años.
«Incluso después del accidente, nunca he tenido miedo a las motos»
¿Cuándo cambió todo eso? ¿Por qué volvió a subirse a una moto?
Hace cuestión de un año y medio conocí a Tony Montoya, campeón de motociclismo adaptado europeo, italiano y español. Lo descubrí gracias a otro chico en silla de ruedas y contacté con él a través de sus redes sociales. Entonces, él me invitó a una clase de iniciación al motociclismo adaptado. Ese día, mi madre vino conmigo. Cuando me vio la cara después de subir a la moto, me dijo: tienes la misma cara que cuando caminabas. En ese momento, a mi madre le cambió el chip y me dijo: si eres feliz, hazlo; aunque te juegues la vida.
¿Por qué son tan importantes las motos en su vida?
A mí la moto casi me quita la vida, pero también me la ha devuelto. Yo sufro de dolores las 24 horas del día, pero, cuando me subo a una moto, puedo olvidarme del dolor, la depresión y los problemas. Me hace sentir feliz y libre. Cuando sufres una lesión como la mía, estás muy limitado, ya que dependes mucho de las personas y de la tecnología para moverte. En cambio, cuando me subo a una moto, siento una sensación de libertad e independencia extrema.
«Yo sufro de dolores las 24 horas del día, pero, cuando me subo a una moto, puedo olvidarme del dolor, la depresión y los problemas»

¿En qué momento decide comenzar a competir en motociclismo adaptado?
Yo no había competido nunca y tampoco me lo había planteado. Desde el primer momento que hice las pruebas con Toni, él me dijo: Alex, tienes madera para esto. Yo no me veía capaz, porque aún era muy novato montando en moto adaptada. Pero él me dijo que había visto a mucha gente y que yo lo tenía innato. Fue él quien me animó a dar el paso y, la verdad, estoy muy contento. En las dos primeras carreras quedé tercero contra los veteranos, es decir, corredores que han competido durante muchos años. En la Copa Rookie, he quedado primero en todas las carreras. Ahora me quedan solo dos carreras en Navarra y, si las gano o quedo segundo, seré subcampeón de España en mi primer año.
«Ahora me quedan solo dos carreras y, si las gano o quedo segundo, seré subcampeón de España en mi primer año»
Subcampeón de España en su primer año. ¿Sería el primero en conseguirlo?
Creo que nadie lo ha hecho nunca. Toni ha ganado muchas veces y él me ha dicho que tardó tres años en adaptarse a la moto. La verdad es que sí, estoy rompiendo un poco los límites. Además, hay que tener en cuenta que, de la Copa Handy, yo soy el que tiene la peor lesión, ya que no me funcionan ni los abdominales ni las piernas. Mucha gente, y algún médico, me habían dicho que era imposible, que era inviable por la lesión que tenía. De momento, sin embargo, estoy viendo que puedo cosechar los frutos en mi primer año. A pesar de esto, actualmente, aún no tengo patrocinadores. Este es uno de los retos para el año que viene, conseguir un patrocinador para poder continuar compitiendo.
¿Cuál es la situación actual del motociclismo adaptado en Cataluña y en España?
Es un deporte que lleva poco tiempo y que está en expansión en España. Actualmente, hay muy pocas carreras al año. Aun así, Handy Riders Spain, que son los promotores con Toni Montoya a la cabeza, están haciendo todo lo que pueden y, actualmente, tenemos una escuela para que la categoría crezca. Queremos demostrar que, después de un accidente como el mío, no todo está acabado. Si te gusta montar en moto, se puede hacer independientemente de tu situación e, incluso, competir.